Un grupo de once senadores de Estados Unidos demandó unas “elecciones libres y justas” en Venezuela, tras presentar una resolución contra “las acciones represivas y antidemocráticas” del gobierno del presidente Nicolás Maduro, que busca la reelección.
La Cámara alta pidió al gobierno venezolano que posponga las elecciones presidenciales, programadas para el 22 de abril, hasta que se cumplan una serie de condiciones mínimas.
Entre ellas, que los observadores internacionales y locales de organizaciones confiables “puedan observar el proceso electoral, incluido el período preelectoral, y determinar un proceso legítimo”.
Asimismo, solicitó que “el Consejo Nacional Electoral esté dirigido y atendido por miembros no partidistas que tengan la confianza de todas las partes en disputa” y que “los partidos de oposición y los candidatos sean libres de competir pacíficamente en las elecciones sin amenaza de arresto, hostigamiento o represalia”.
La resolución establece además que cualquier próxima elección que no cumpla con las normas internacionales establecidas se considerará ilegítima.
El Senado estadunidense condenó el “cruel” uso del racionamiento de alimentos del gobierno de Maduro para influir en los comicios “durante un período de grave escasez de alimentos y hambre generalizada”.
En las elecciones del 22 de abril Nicolás Maduro irá por su reelección y en las que enfrentará a cuatro candidatos, entre los que se encuentran un exchavista y dos aspirantes cercanos al oficialismo.
La víspera, Maduro oficializó su candidatura en la oficina principal del Consejo Nacional Electoral (CNE) para unos comicios en los que no tendrá como rival a un aspirante por la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que reiteró una vez más su decisión de no participar bajo las condiciones electorales.
Ante la decisión de la MUD de no concurrir, Maduro se encontrará el día de votaciones con cuatro contrincantes: el exgobernador y exchavista Henri Falcón y el exmilitar que participó en la intentona golpista del 4 de febrero de 1992 liderada por Hugo Chávez, Francisco Visconti Osorio; el ingeniero en electrónica Reinaldo Quijada, y el empresario Luis Alejandro Ratti. Estos dos últimos cercanos al chavismo.
Falcón, líder de Alianza Progresista, apareció horas después de Maduro para ser el último en inscribirse, una decisión que, advirtió, puede dar marcha atrás de no cumplirse una serie de peticiones que hizo al CNE y que coinciden con varias de las presentadas por la MUD en las negociaciones con el oficialismo en República Dominicana.
Falcón asistió a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) y formalizó su candidatura en un acto discreto, sin hacer discursos ni llevar seguidores para realizar un acto proselitista.
La candidatura de Falcón cuenta con el respaldo de los partidos Alianza Progresista, Movimiento al Socialismo (MAS) y Copei, de tendencia socialcristiana, pero con el rechazo manifiesto del resto de la oposición agrupada en la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que repudió la decisión «unilateral» del exgobernador.
Su pasado vinculado al chavismo siempre ha despertado suspicacias dentro de un sector de la oposición, que acusa a Falcón de ser un chavista y de tener un discurso ambiguo contra el gobierno.
Unos 20 millones de venezolanos están habilitados para participar en los comicios presidenciales del 22 de abril, según los datos del registro electoral del CNE.