Los presidentes de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Movimiento Regeneración Nacional (Morena); Enrique Ochoa Reza, Damián Zepeda y  Yeidckol Polevnsky, respectivamente, intercambiaron acusaciones de corrupción en el programa de televisión Si me dicen no vengo.

Mientras que Polevnsky y Zepeda criticaron el periodo de precampaña a pesar de reconocer que deben respetarlo, Ochoa Reza afirmó que era etapa en la que sí se puede hablar de propuestas.

El líder blanquiazul afirmó que Ricardo Anaya Cortés es el único candidato a la presidencia que ha subido en las encuestas y “por miedo” que le han pegado recientemente.

Además, aseguró que el PRI y Morena son “lo mismo”.

Por su parte, Enrique Ochoa sacó a discusión la polémica que ha envuelto a Anaya en semanas recientes por el presunto lavado de dinero en el que incurrió con la compra de un terreno al empresario Manuel Barreiro.

En respuesta, Zepeda afirmó que eso se trataba de los “inventos de siempre” del PRI, a lo cual se sumó esta vez el aparato de justicia, en referencia a la Procuraduría General de la República (PGR), e insistió en que la compra del terreno fue lícita.

Sin embargo, señaló que sí es ilegal el presunto desvío de 500 millones de pesos cuando José Antonio Meade estuvo al frente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).

A lo cual Ochoa reviró que Meade canceló contratos y sancionó a funcionarios que incurrieran en irregularidades y, dijo, Anaya hizo triangulación de recursos.

En tanto, Yeidckol Polevnsky planteó que Anaya no tiene nada que decir ante lo revelado en los últimos días, pues, dijo, no conoce a nadie en el sector empresarial que haya registrado ganancias como las del ahora abanderado panista.

Luego de esto, Zepeda afirmó que tanto el PRI como Morena sueltan estas acusaciones por desesperación.

Ochoa Reza fue más allá y calificó a Anaya de “dos caras, corrupto y mentiroso” y mostró documentos que presuntamente demuestran que la la empresa que le compró al candidato panista es fantasma.

Mientras, Polevnsky aseguró que con Felipe Calderón, el PAN “se robó la elección” en 2006 y con Anaya se estableció la corrupción los llamados “moches”. Asimismo, dijo que el precio de la corrupción es muy alto y que el país no puede seguir de esta forma.

Zepeda aseguró que antes respetaba al candidato Andrés Manuel López Obrador, pero “hoy no queda nada de lo que fue”, ya que recibe en su partido “a quien sea”.

En un nuevo embate, Ochoa acusó a Anaya de “hacer su guardadito” al triangular dinero por 10 países, entre ellos, en “paraísos fiscales”.

En sus posicionamientos finales en el programa de Joaquín López Dóriga, los tres líderes partidistas defendieron a sus candidatos como las mejores opciones para el electorado para los comicios de este 1 de julio.