Con la cinta “La forma del agua”, el cineasta mexicano Guillermo del Toro hizo historia en la entrega de premios Oscar esta noche, al sumar cuatro estatuillas en las categorías de mejor película, mejor director, diseño de producción y partitura original.

La historia de amor y fantasía de Del Toro se llevó a casa el trofeo más grande de los Oscar este domingo por la noche, en la 90 entrega de los galardones de la Academia hollywoodense celebrada en el Teatro Dolby.

«Cuando era niño, era un gran admirador de la película extranjera», dijo Del Toro durante su discurso de aceptación. «Hace unas semanas, Steven Spielberg dijo: ‘Si te encuentras en el podio, recuerda que eres parte de nuestro legado, parte de nuestro mundo de cineastas y te sientes muy, muy orgulloso’. Estoy orgulloso».

El director decidó su premio «a cada joven cineasta, a la juventud que nos muestra cómo se hacen las cosas en todos los países del mundo. Yo era un niño enamorado de las películas que crecían en México, pensé que esto nunca podría suceder».

«Sucede, y quiero decirle a todos los que sueñan con usar el género o la fantasía para contar historias sobre cosas que son reales en el mundo de hoy: puedes hacerlo. Esta es una puerta: dale una patada y entra», añadió.

La cinta, sobre un romance entre una mujer muda que trabaja en la limpieza y que se enamora de un hombre pez, derrotó a «Call me by your name», «Darkest hour», «Dunkirk», «Get out», «Lady Bird», «Phantom thread», «The Post» y «Three billboards outside Ebbing, Missouri».

Del Toro ganó el premio al mejor director, en la cuarta ocasión en cinco años que un cineasta mexicano se lleva el codiciado galardón, en un hecho sin precedentes para los premios de la Academia.

“La forma del agua” era la máxima nominada en esta ocasión, en 13 categorías, y aunque al final solo se llevó cuatro, sus logros en la temporada de premiación fueron inobjetables.

La cinta de Del Toro ganó los premios estelares en los Globos de Oro, de los Critics Chocie, del Sindicato de Directores de Estados Unidos, del Sindicato de Productores de Estados Unidos, y los premios británicos BAFTA.

Del Toro se suma a la serie que comenzó en 2014 Alfonso Cuarón, al ser el primer director mexicano en ganar el Oscar con su trabajo en “Gravity”, y que al año siguiente continuó Alejandro González Iñárritu por “Birdman”, y en 2016 con “The revenant”.

Esa racha fue interrumpida en 2017 cuando el premio al mejor director se lo llevó el realizador francés Damien Chazelle por “La La Land”.

Cuarón, González Iñárritu y Del Toro son llamados “los tres amigos”, porque han forjado una amistad de décadas, además de ser colegas que desde que llegaron a Hollywood en la década de 1990 han ascendido hasta conquistar las preciadas estatuillas.

Del Toro tiene una extensa carrera dirigiendo películas de ciencias ficción y de corte fantástico como «El laberinto del fauno», «El espinazo del diablo», «Hellboy» o «Blade», entre otras.

«Hace muchos años, Guillermo me dijo con sus ojos abiertos, gigantes y chispeantes, sobre una idea que le daba vueltas alrededor de su cabeza para su próxima película: la historia de amor entre una mujer muda y un hombre pez», declaró González Iñárritu hace poco.

«Esa idea no solo le puede ocurrir a Guillermo del Toro, sino que solo un artista como él sería capaz de llevarla a cabo. Y por esa misma razón, además de entusiasmarme con su idea, sabía que sería su mejor película», manifestó.

González Iñárritu evocó cuando Del Toro le dijo que se sentía como el hombre pez, un extraño y un monstruo para el mundo cuando no está en el agua, y puntualizó que la historia «cambió el paradigma de la historia del monstruo, porque ningún monstruo o princesa tiene que cambiar”.