China responderá como sea necesario en la eventualidad de una guerra comercial con Estados Unidos, dijo el jueves el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, quien advirtió que un enfrentamiento de este tipo solo dañaría a todas las partes.

Esta previsto que esta semana el presidente Donald Trump promulgue aranceles de 25 por ciento a las importaciones de acero y de 10 por ciento a las de aluminio, pero la Casa Blanca ha dicho que podría haber una exención de 30 días para México y Canadá y otros países en función de la seguridad nacional.

Las alzas en los aranceles apuntan a contrarrestar las importaciones baratas, especialmente de China, que Trump dice perjudican a la industria y los empleos en Estados Unidos. Destacados republicanos y miembros del Congreso se oponen a la medida, preocupados por su posible impacto en la economía.

Wang dijo que China y Estados Unidos no tenían que ser rivales y que la historia demostraba que las guerras comerciales no son la forma correcta de resolver los problemas, en un discurso durante una reunión anual del Parlamento chino

“Especialmente dada la globalización de hoy, elegir una guerra comercial es una prescripción errónea. El resultado solo será perjudicial”, declaró Wang. “China tendría que adoptar una respuesta justificada y necesaria”. 

El miércoles, Trump escribió en Twitter que se le pidió a China desarrollar un “plan de reducción de 1.000 millones de dólares en su enorme déficit comercial con Estados Unidos”. El mandatario se refirió por error a un déficit cuando en realidad Pekín tiene superávit comercial con Washington.

La tensión comercial entre las dos mayores economías mundiales se ha exacerbado desde que Trump llegó a la Casa Blanca. Aunque China representa una fracción mínima de las importaciones siderúrgicas de Estados Unidos, su gran expansión industrial ha apoyado el exceso global del acero, lo que ha reducido los precios.