Las exportaciones rusas de armamento permanecen sin cambios, a pesar de las sanciones de Occidente, afirmó el ayudante presidencial para la Cooperación Técnica y Militar, Vadimir Kozhin.
Esas sanciones, aplicadas luego de la anexión de Crimea a Rusia, son un serio reto y un problema, pero hemos sabido lidiar con ellas, señaló el funcionario en declaraciones a Rossiya 24 TV citadas por la agencia Itar Tass.
Reveló que al año pasado el portafolio de órdenes de compra se mantuvo sin cambios y sumó 45 mil millones de dólares, con nuevos contratos por 16 mil millones de dólares.
Sobre el contrato para vender a Turquía el sistema de misiles S-400, dijo que a petición de la parte turca se entregará a principios de 2020.
Ankara expresó que deseaba acelerar la recepción del sistema, pues permitirá proteger sus interses nacionales, que son su prioridad principal, agregó.
El sistema S-400 es el más avanzado sistema antiaviones y sus misiles permiten destruir no solo naves aéreas sino también misiles crucero y balísticos, incluyendo de mediano rango, además de que se puede usar contra objetivos en tierra.
Este sistema puede derribar objetivos a 400 kilómetros de distancia y altitud superior a los 30 kilómetros.
Turquía ha ratificado el contrato para contar con este sistema a pesar de la presiones de la Alianza Atlántica para cancelarlo, precisó.
Kozhin indicó también que la participación rusa en Siria contra el Estado Islámico (EI) no busca dar publicidad al armamento elaborado en Rusia, pues se trata de una tragedia, pero sí se ha requerido emplear el armamento más moderno.
En Siria se ha tenido que usar el armamento más moderno, poner a prueba sus características, por ejemplo su uso en condiciones climáticas severas, concluyó.