En una declaración conjunta, los líderes de Reino Unido, Theresa May; Estados Unidos, Donald Trump; Emmanuel Macron, Francia; y Angela Merkel, Alemania; condenaron el ataque nervioso contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija el pasado 4 de marzo en Salisbury, al sur de Inglaterra.
Los líderes de estos cuatro países consideraron que este ataque de fabricación militar constituye «la primera ofensiva» contra Europa desde la II Guerra Mundial.
«Pedimos a Rusia que responda a todas las preguntas relacionadas con este caso«, dijeron los cuatro países en esta declaración conjunta, de acuerdo a un comunicado emitido por el gobierno británico.
Los aliados clave del Reino Unido calificaron el ataque como una violación de la soberanía británica, preocupación que se ve acrecentada por casos anteriores de «conducta rusa irresponsable en otras áreas», según la declaratoria.
Asimismo, las cuatro potencias expusieron que como miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Rusia tiene la responsabilidad de mantener la paz y la seguridad internacionales.
«El Reino Unido ha explicado a sus socios en detalle que Rusia, con una alta probabilidad, es responsable de este ataque«, se lee en el comunicado. «Compartimos la evaluación del Reino Unido de que no hay una explicación alternativa plausible«.
Tras las medidas tomadas por parte de la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, con las cuales se expulsaron a 23 diplomáticos rusos el día de ayer, Rusia ha negado cualquier implicación en el suceso y considera las medidas tomadas hasta ahora por parte del país inglés como «inaceptables e injustificadas», además de prometer hoy «una pronta respuesta».