China, el mayor aliado financiero de la revolución venezolana, podría seguir dando facilidades al Gobierno de Nicolás Maduro para el pago de préstamos pendientes, pero es poco probable que otorgue más fondos y alivie sus urgencias de liquidez, dijeron fuentes en Caracas y Pekín familiarizadas con la situación.

Bajo un esquema acordado por el fallecido presidente socialista Hugo Chávez hace casi una década, China prestó a Venezuela unos 50.000 millones de dólares, más que a ningún otro país latinoamericano, que se cancelan con envíos de petróleo.

Pero el flujo de efectivo que llegaba desde Asia se detuvo hace casi tres años, una vez que flexibilizaron la forma de pago, como solicitó el atribulado Gobierno de Maduro, viendo cómo la caída de los precios del petróleo, su principal fuente de ingresos, profundizaba la recesión y la escasez de bienes.

Desde entonces, Venezuela ha propuesto alternativas en las que su aliado puede servir de salvavidas financiero, pero el Banco de Desarrollo de China probablemente solo extienda un período de gracia que concede a Maduro desde 2016 y permite al país pagar únicamente intereses y no el capital de los préstamos otorgados, dijeron las fuentes.

“Dada la caída de la producción de petróleo en Venezuela, es natural que los bancos chinos no renueven sus créditos”, dijo una fuente de la industria petrolera china que pidió no ser identificada.

Pero frente a la posibilidad de que las instituciones suspendan esas facilidades de pago, otra fuente en Pekín dijo, citando un viejo proverbio local, que China no “lanzará piedras a quien ha caído en un pozo”.

Venezuela debe a su socio en Asia unos 19.300 millones de dólares, según una fuente de la industria financiera venezolana que ha rastreado la información con contactos en ambos países.

Cerca de 10.400 millones de dólares faltan por pagar de un préstamo a largo plazo que en 2010 se firmó por unos 20.000 millones de dólares, según esos datos. Otros 8.400 millones de dólares se adeudan en un mecanismo de financiamiento que entrega, en tres tramos renovables, unos 5.000 millones de dólares cada vez que terminan de pagar esos montos con crudo, indicó la fuente.