En 1994 el país pasaba por algunos sucesos que marcarían la memoria de los mexicanos, en un año electoral como este, fue cuando el candidato a la presidencia de México por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Donaldo Colosio Murrieta, fue asesinado en Lomas Taurinas, Baja California Sur.
El diario Financiero realizó una publicación donde consultó a algunos analistas y menciona que a 24 años de lo vivió el país, los efectos del magnicidio resultan ser evidentes en el año actual; pues en opinión de Porfirio Muñoz Ledo, quien forma parte de los impulsores de una iniciativa presentada ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, asegura que lo que sacó al PRI de la presidencia de la República en el nuevo milenio, comenzó desde 1988.
“Pero nos echaron para atrás y en 1994 se produjeron una serie de elementos que volvieron a relanzar la transición, entre ellos el magnicidio”, considera Muñoz Ledo quien agregó que este asesinato lo toma como un crimen combinado entre el narco y la gente en el gobierno.
“Eso nos recuerda que la democracia en México todavía es muy frágil. Todavía no se resuelve el problema del Odebrecht; ya renunció el presidente de Perú por el mismo escándalo que aquí fue más grave, ¡y no renuncia nadie! El único que renunció fue el que lo denunció, el procurador Raúl Cervantes Andrade”, expresó.
El periodista José Reveles opina que el asesinato de Colosio, se volvió un parteaguas para la descomposición de la clase política, pues “en septiembre de ese mismo año mataron a José Francisco Ruiz Massieu y algunos analistas creen ver la misma mano en ambos homicidios”.
Para Reveles fue entonces donde la sociedad dejó de creer en las investigaciones oficiales, ya que la fiscalía en ese entonces, era dirigida por el hoy presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, quien confirmó la versión del asesino solitario de Colosio.
“Esta versión no la creía ni el papá de Colosio; lloraba de impotencia y coraje porque para él había un grupo político detrás de la muerte de su hijo”, reveló Reveles quien habló con él poco tiempo terminadas las investigaciones.
Mientras que Federico Arreola, director de SDP Noticias, considera que la muerte de Colosio, fue el fin para el viejo sistema priísta, donde “el sistema aquel lo fundó un sonorense, Plutarco Elías Calles, y terminó con el asesinato de otro sonorense, Luis Donaldo Colosio”.
También Arreola coincide con Reveles en que, asegura que la desconfianza ciudadana ha ido en aumento desde aquella ocasión, pues “ni las autoridades, ni los partidos, se han ganado la confianza de nadie”; considerando que el asesinato de Colosio Murrieta, truncó el desarrollo para el país, el cual, pudo ser más acelerado.
“Pero hizo lo que se había comprometido a hacer: la liberación de la política en México. Lamentablemente no desde Los Pinos. Mal que bien, ahí vamos con la democracia. Una noche antes de que saliera de gira a Sinaloa, Baja California Sur y a Tijuana, en donde lo mataron, Colosio cenó con un perredista ya muy conocido y polémico: Andrés Manuel López Obrador. Tenía comunicación con líderes de oposición, con sectores de la Iglesia, estaba haciendo las cosas de una manera muy diferente, en un contexto muy complicado”, dijo.