Por el incumplimiento de acuerdos para regresar a sus hogares, así como para exigir que sea desmantelen a grupos civiles armados, más de doscientos indígenas instalaron ayer un plantón frente al Palacio de Gobierno de Chiapas.
Este grupo había retirado 10 días antes otro plantón, pero por estas razones piden dialogar con el gobierno ya que sus demandas no han sido atendidas y no se han contemplado las medidas emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Aseguran que no ven que se estén tomando acciones para desarticular al grupo paramilitar que los desplazó a ellos y a personas del municipio de Chalchihuitán, y en donde actualmente se sigue agrediendo y desplazando a indígenas de las comunidades de Tabak y Koko.
Asimismo, señalan que se «les quizo engañar» para alargar el proceso de volver a sus hogares.
Los indígenas fueron desplazados del ejido de Puebla en el municipio de Chenalhó desde mayo del 2016 por un conflicto postelectoral por la alcaldía de este municipio.