Vicente Carrillo Fuentes, exlíder del cártel de Juárez; Sidronio Casarrubias, líder de Guerreros Unidos y José Noé Barajas, operador de Los Caballeros Templarios, presentaron una queja por los precios elevados de las botanas y papas dentro de los penales en donde se encuentran detenidos.

Junto con decenas de internos de los penales federales del Altiplano y de Occidente, los capos denunciaron ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) abusos en los precios de las tiendas de esos centros de rehabilitación social.

De acuerdo con información difundida en el diario Reforma, referida en el noticiero de Ciro Gómez Leyva, en la queja los reos explican que desde octubre, cuando se reconfiguró el «sistema de tiendas» en los Centros Federales de Rehabilitación Social (Ceferesos), los precios de la comida chatarra, productos para aseo y papelería subieron en un 20 por ciento aproximadamente.

Por ejemplo, los Cheetos de 255 gramos que costaban 43 pesos, ahora cuestan 60.50, mientras que los Doritos de 48 pesos pasaron a 62.

Se precisó que más de 60 internos del Altiplano firmaron la queja y en el penal de Occidente firmaron más de 70 reos, entre ellos José de Jesús Méndez Vargas, «El Chango Méndez», de La Familia Michoacana.

Los presos indicaron en su carta que «somos obligados a comprar productos para nuestra alimentación, aseo y papelería a un excesivo e injustificado sobreprecio. Somos obligados porque no se nos proporciona una adecuada alimentación, porque sólo existe una opción que monopoliza la venta de productos, porque requerimos artículos de papelería para poder comunicarnos con nuestros familiares y juzgados para ejercer nuestro derecho de defensa«.

Indicaron que entre los productos que subieron de precio están las botanas, los refrescos, galletas, pan, dulces, cremas, jabones o champús.