En el estacionamiento de un centro comercial de Ipswich, Australia, un coche bomba fue detectado antes de causar algún daño, informaron medios locales.
Trabajadores del centro comercial vieron a dos sujetos que actuaban de forma sospechosa cerca de ese vehículo, de inmediato llamaron a las autoridades y al llegar la policía encontró dentro del auto un dispositivo explosivo, y aunque no revelaron su contenido, afirmaron que “podía causar daños graves”.
Tras el hecho, dos personas fueron arrestadas, un hombre de 37 años, que ha sido acusado de fabricación y posesión de explosivos, robo y otros delitos relacionados, y una mujer de 31 años, acusada de poseer sustancias peligrosas, fraude, falsificación y robo, ambas personas tendrán que presentarse ante un tribunal el próximo 3 de abril.
Las autoridades australianas aseguran que la intención de la pareja no estaba clara, ya que en el momento del incidente, el centro comercial estaba cerrado y el vehículo no tenía otros coches junto.