De acuerdo con especialistas, a días de haber perdido licencia al cargo, Miguel Ángel Mancera deja un legado económico mixto en la Ciudad de México.

La Secretaría de Desarrollo Económico de la CDMX reportó que entre 2013 y 2017 el PIB tuvo un crecimiento promedio del 3.2 por ciento, lo cual representa el doble de lo que se obtuvo al inicio de la administración, además de colocarse por encima del ritmo nacional ubicado en 2.6 por ciento.

El principal motor de la Ciudad son los servicios, pues su peso en la economía local es determinante, contribuyendo con el 90 por ciento del PIB de la capital.

Con el fin de subsanar las finanzas públicas, Mancera aplico estrategias poco populares como la disminución del subsidio al metro y la implementación de las foto multas.

De igual forma, incentivó actividades turísticas que atrajeron inversiones extranjeras con eventos como la Fórmula 1 en México o la grabación de las películas «007: Spectre» y «Godzilla».

La deuda actual de la CDMX, según reportes de la Secretaría de Finanzas de la capital, ronda los 77 mil 84 millones de pesos, cifra que mantuvo niveles de pasivos con los que inició la administración.

Cabe destacar la disminución de la pobreza en la capital en un 5.1 por ciento, mientras que el número de personas que viven en carencia absoluta de recursos se redujo un 29.2 por ciento.