Una serie de imágenes y escritos ocultos han sido descubiertos en el cuadro “La Gioconda Del Prado”, de autor hasta ahora desconocido pero que según las últimas investigaciones habría sido pintado por un discípulo español de Leonardo da Vinci.

Esas son las conclusiones a las que llegó el italiano Comité Nacional para la Valorización de los Bienes Históricos, Culturales y Ambientales tras una serie de estudios realizados a la obra custodiada en el Museo del Prado de Madrid y que copia la célebre Gioconda o Monna Lisa de Da Vinci, expuesta en el Louvre de París.

El historiador Silvano Vinceti, presidente del Comité, informó que Roberto Biggi, del equipo científico de la misma organización, sacó a la luz una serie de imágenes y escritos invisibles a simple vista, gracias al uso de lentes de aumento especiales con los que fue estudiada la obra del Museo del Prado.

Explicó que esos enigmas fueron sometidos a una interpretación simbólica e histórica hecha posible gracias a la colaboración del historiador español José Luis Espejo.

En particular, apareció un rostro masculino en el trasfondo del paisaje que reproduciría la semblanza de un moro.

También salió a la luz un castillo de estructura octagonal típica de la arquitectura catalana. Vinceti recordó que el plano octagonal fue utilizado por los Caballeros Templarios.

Asimismo, fueron identificados un puente y una iglesia a pocos pasos que pertenecerían a Castellvell i el Vilar, una localidad cercana a Monserrat.

Se trata de descubrimientos importantes que nos permiten dar una respuesta sobre quien fue el autor de esta pintura, que puede ser solamente español y que sería el pintor Fernando Yáñez del Almedina”, dijo Vinceti.

Resaltó que ese discípulo muy probablemente estaba en el taller de Leonardo en 1505, cuando el genio toscano se encontraba en Florencia realizando los bocetos para el cuadro la Batalla de Anghiari, que le fue comisionado por el gobernador florentino Pier Soderini.

Explicó que tales descubrimientos fueron posibles con el uso de lentes de aumento especiales y de la técnica del Photoshop, gracias al trabajo del ingeniero Roco Bruno, también miembro del equipo del Comité.

La combinación de estas técnicas permite sacar a la luz los misterios escondidos en las pinturas”, resaltó Vinceti.

La Gioconda del Prado fue realizada casi en paralelo a su gemela del Louvre de París, aunque se ignora cuándo es que entró a formar parte de la Colección Real española.

Hipótesis de algunos historiadores han apuntado que habría sido llevada a Madrid por el escultor Pompeo Leoni, quien poseía bocetos y dibujos de Da Vinci.

En enero de 2012 y luego de que la obra fuera sometida a una restauración, se anunció en Londres que pertenecía a la escuela leonardesca.

Los trabajos de análisis y restauración de entonces fueron realizados para que el cuadro pudiera ser expuesto al lado de su gemelo parisino y revelaron sorprendentes similitudes entre ambos.