El sólido tráfico aéreo en México impulsará el perfil crediticio de los aeropuertos del país, pero la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México es un riesgo clave, señaló Moody’s Investors Service.

La calificadora internacional de riesgo crediticio advirtió que cancelar el proyecto tendría implicaciones negativas para el sector y expuso que la apertura del nuevo aeropuerto generaría flujo de efectivo adicional para el Fideicomiso del Aeropuerto de la Ciudad de México Nafin F/80460 (MEXCAT), que estaría disponible para pago de servicio de la deuda debido a la mayor capacidad y crecimiento esperado del tráfico de pasajeros.

La cancelación del proyecto, o serios retrasos de su apertura, tendrían implicaciones crediticias negativas, no nada más para MEXCAT sino también para el sector aeroportuario mexicano en general”, refirió.

El principal desafío de largo plazo para las compañías aeroportuarias son las restricciones de capacidad que pudieran inhibir su crecimiento”, apuntó el analista de Moody’s, Adrián Garza.

Añadió que para “poder atender la fuerte demanda, muchos aeropuertos necesitarán inversiones de capital y contratación de deuda adicional para financiamiento durante los próximos cinco años”.

Moody’s refirió que el tráfico total de México aumentó 60 por ciento entre 2012 y 2017, un promedio de 10 por ciento anual.

Comentó que las compañías aeroportuarias esperan que continúe esta tendencia de la mano con el menor costo de los boletos que provoca la mayor competencia entre aerolíneas.

La creciente demanda local e internacional también impulsa la tendencia de crecimiento de tráfico aéreo ante las mejores perspectivas económicas en México y Estados Unidos, principales contribuyentes de viajeros internacionales, anotó.

La agencia evaluadora mencionó que el desempeño financiero de los aeropuertos también se beneficia con el crecimiento de los ingresos no aeronáuticos.

Los ingresos totales de los aeropuertos privados están creciendo incluso más rápido que el tráfico, a una tasa anual compuesta (CAGR, por sus siglas en inglés) de 21 por ciento en el período 2013-2017, impulsados por ingresos no aeronáuticos tales como concesiones, las cuales aumentaron a una CAGR de 21.2 por ciento en el mismo período, reseñó.

Como resultado, se fortaleció la situación financiera de los aeropuertos mexicanos, reportando indicadores clave más altos que el promedio de la cartera global de aeropuertos administrados por privados calificada por Moody’s.

Destacó que las compañías tienen sólidos antecedentes con la ejecución de programas de capital para aumentar su capacidad y tienen solidez financiera para tomar endeudamiento adicional sin sufrir implicaciones crediticias importantes.

Bajo el marco de concesión, las tarifas aeronáuticas se establecen a manera de recuperar las inversiones más un retorno adicional, lo cual limita el riesgo financiero, apuntó la calificadora internacional.