La reunión ministerial del Grupo de los Siete (G-7), que se realiza en Toronto y donde se analiza la proliferación de misiles nucleares en la península coreana, entre otros temas, aportará elementos de análisis para la histórica reunión de los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Corea del Norte, Kim Jong-un.
“Ambos líderes se reunirán cara a cara en esta histórica visita teniendo como principal meta la desnuclearización de la península coreana”, dijo a Notimex el profesor John Kirton, director del Grupo de Investigación del G-7 de la Universidad de Toronto.
El investigador del Centro Munk, sede de la mayoría de las reuniones de los ministro de Relaciones Exteriores y Seguridad de Canadá, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Japón y Reino Unido, resaltó la importancia de esta reunión frente a los retos internacionales.
“Los ministros abordarán los problemas definitorios de nuestro tiempo: cómo reforzar el orden internacional basado en reglas y hacer que funcione para el orden mundial del siglo XXI, y cómo moldear la lucha entre la democracia y el autoritarismo en la forma en que el G-7 y la comunidad global quiere”.
El profesor de Relaciones Internacionales recordó que la reunión de los líderes del G-7 se creó en 1975 para promover interna e internacionalmente los valores de democracia y derechos humanos.
Respecto a la posible ausencia de Mike Pompeo, director de la Agencia Central de Investigaciones (CIA) que fue nominado por Donald Trump para reemplazar a Rex Tillerson como nuevo secretario de Estado, el profesor Kirton explicó que el funcionario podría asistir como director.
“Pompeo podría asistir como director de la CIA y debido a su reciente visita a Corea del Norte para preparar el encuentro entre los dos líderes, eso daría a los ministros del G-7 información de primera mano respecto al ambiente que rodea este encuentro. La ausencia de Pompeo sería una pérdida”.
La embajada de Estados Unidos en Canadá informó est domingo que John Sullivan, quien actúa como secretario de Estado, dará este lunes un breve discurso y responderá preguntas de los periodistas. Este evento será inmediatamente después de la conferencia de prensa que dará la canciller canadiense, Chrystia Freeland.
John Kirton consideró que la agenda de este encuentro ministerial, que abordará también –entre el 22 y 24 de abril- los conflictos Rusia-Ucrania, Israel-Palestina, Venezuela y Medio Oriente es una “agenda balanceada” con temas que requieren una atención inmediata y otros como la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
El académico enfatizó que los líderes del G-7 pueden liderar la comunidad global en varios asuntos donde el sistema de las Naciones Unidas “a menudo se estanca”.
“Los cancilleres han estado lidiando intensamente con Corea del Norte desde el otoño pasado cuando se realizó la nueva ronda de pruebas nucleares y de misiles. También han estado lidiando con Siria y sus armas químicas durante los últimos siete años”, señaló el codirector del Grupo de Investigación del G-20 en el Munk School of Global Affairs de la Universidad de Toronto.
En tres días de discusiones los cancilleres y ministros del Grupo de los Siete analizarán también la relación entre los conflictos mundiales y sus efectos como hambruna y desplazamiento: “en estas reuniones abordarán los vínculos críticos entre el cambio climático, la hambruna y los conflictos, como los de Siria y Medio Oriente y el Norte de África, y los refugiados que emigran a otros países”.
La reunión de ministros de Seguridad y Cancilleres del G-7, que se prolongará hasta el martes, es preparatoria a la 44 Cumbre del G-7 que tendrá lugar en Charlevoix, Quebec, el 8 y 9 de junio próximo.
Los temas adelantados por el gobierno canadiense son: nuevas tecnologías, igualdad de género, cambio climático, crecimiento que beneficie a todos y construir un mundo más pacífico y seguro.
Sin embargo, las amenazas internacionales que representan la proliferación nuclear norcoreana y los ataques rusos y sirios con armas químicas podrían mantenerse como temas prioritarios para los líderes de las siete naciones más ricas del mundo.
Esta será la primera vez que Donald Trump visite Canadá, país que no ha sido su prioridad visitar en más de un año de gobierno, rompiendo con el protocolo de anteriores presidentes estadunidenses.