La persona más longeva del mundo, una mujer japonesa de 117 años, falleció anoche en un hospital de la ciudad de Kikai, su isla natal en el sur de Japón, debido a su avanzada edad, informaron hoy fuentes del Departamento de Salud.

La japonesa Nabi Tajima fue reconocida por las autoridades japonesas como la persona más longeva del planeta en septiembre de 2017, tras el fallecimiento de la jamaicana Violet Brown, también a la edad de 117 años.

Tajima, nacida el 4 de agosto de 1900, murió la noche del sábado tras haber sido internada en enero pasado en un hospital de Kikai, prefectura de Kagoshima, en la isla de Kyushu, la más meridional de las cuatro islas principales de Japón, según The Japan Times.

La japonesa vivía en un geriátrico. Desde enero estaba debilitada por lo que fue hospitalizada, pero falleció el sábado por su avanzada edad”, precisó Susumi Yoshiyuki, responsable del Departamento de Salud.

De acuerdo con medios japoneses, la mujer tuvo más de 160 descendientes a lo largo de su vida, entre ellos nueve hijos, 28 nietos, 56 bisnietos y 55 tataranietos.

Tajima tuvo el privilegio de vivir en tres siglos, pues nació el siglo XIX, vivió la mayor parte de su vida en el siglo XX y murió finalmente ya entrado el siglo XXI.

Según el Grupo de Investigación Gerontológica de Estados Unidos, tras la muerte de Tajima, otra japonesa, Chiyo Yoshida, de 116 años y 354 días, es ahora la persona más anciana del mundo, seguida por la italiana Giuseppina Projetto-Frau, con 115 años y 326 días de edad.

En Japón, país reconocido por la avanzada esperanza de vida, se contabilizaron el año pasado unos 68 mil centenarios, una cifra récord en el país asiático, según datos del Ministerio de Sanidad, que aprovecha la celebración del Día de los Ancianos el tercer lunes de septiembre para publicar cifras.

El récord de longevidad probado oficialmente lo conserva aún la francesa Jeanne Calment, fallecida en 1997 a los 122 años y 164 días, según el Récord Guinness.