Ciudad de México. Antes de concluir el último Periodo Ordinario de Sesiones correspondiente a la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión, el Senado de la República decidió no aprobar la minuta proveniente de la Cámara de Diputados para eliminar el fuero constitucional a los servidores públicos.

Aunque el pasado 19 de abril fue catalogado como un “día histórico” para México por el aval que dieron los diputados federales a la iniciativa que elimina la figura del fuero, la Cámara Alta consideró que la enmienda estaba plagada de anomalías que ponían en riesgo la gobernabilidad del país, por lo cual no fue sometida al pleno del Senado para su discusión y ratificación.

El presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Ernesto Cordero Arroyo, detalló que voces de académicos y expertos, consideraron que la minuta proveniente de la Cámara de Diputados, «no estaba en condiciones de aprobarse».

Señaló que no había bases para tener un dictamen positivo debido a que la iniciativa de la Cámara Baja tenía problemas que ponían en riesgo la gobernabilidad del país.

«Yo entiendo que la gente y todos estamos hartos de la impunidad, pero bueno, quitando el fuero como venía expresado en la resolución de la Cámara de Diputados no era la solución», aseguró.

Cordero Arroyo, insistió: «Hay que ser valiente y decir las cosas como son: era un mal proyecto».

Por su parte, el vicecoordinador de los senadores del bloque parlamentario PT- Morena, Luis Humberto Fernández Fuentes, expuso que la reforma aprobada en San Lázaro no incluía como sujetos de perder el fuero a los síndicos y tampoco se precisaba el tema de la mayoría absoluta en el proceso para enjuiciar al Presidente de la República.

En la Cámara de Diputados, Braulio Mario Guerra Urbiola, del Grupo Parlamentario del PRI, sostuvo que la sociedad mexicana hoy reclama igualdad para todos, justicia para todos y que cualquier mexicano o mexicana respondamos frente a la ley cuando faltemos a ella.

El coordinador del Grupo Parlamentario del PRD, en la Cámara Baja, Francisco Martínez Neri, dijo que la eliminación del fuero es una demanda histórica de la izquierda mexicana, de que todos seamos iguales ante la ley y que nunca más ningún servidor público se escude en esta figura para quebrantar la ley.

La diputada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Lorena Corona Valdés, indicó que la figura del fuero no debe ser utilizada como un derecho, privilegios o una patente de corso, sino como un instrumento que sirva para proteger la libre expresión de las ideas y del debate en los escenarios legislativos.

El coordinador de los diputados federales del Partido Encuentro Social (PES), José Alfredo Ferreiro Velazco, deploró que la clase política se refugie en el fuero para protegerse de todas sus fechorías.

El coordinador de los diputados federales del Partido Nueva Alianza, Luis Alfredo Valles Mendoza, resaltó que con la eliminación del fuero se busca reformar una figura que se ha desvirtuado y se ha convertido en sinónimo de impunidad.

“Queremos erradicar la posibilidad de que un servidor público se valga de esta figura para emplearla como un escudo ante prácticas de corrupción o conductas delictivas”.

El coordinador de Movimiento Ciudadano (MC) en la Cámara Baja, Macedonio Tamez Guajardo, lamentó que la clase política vergonzantemente ha acumulado el fuero a muchos otros privilegios que ofenden y lastiman a la sociedad mexicana.

De llegar a un acuerdo en las Comisiones de Puntos Constitucionales, Justicia, Reforma del Estado y Estudios Legislativos del Senado de la Republica, se estaría convocando a un Periodo Extraordinario de Sesiones pasando la jornada electoral del 1 de julio para su discusión y posible ratificación en el pleno.

Actualmente bajo el fuero constitucional, diversos servidores públicos de los tres órdenes de gobierno, se han cobijado bajo esta figura para cometer actos de corrupción y mantenerse en la impunidad.

El fuero en la historia

El fuero se instituyó en nuestra Carta Magna de 1917 para proteger las voces disidentes en el Congreso de la Unión.

Lamentable la naturaleza del fuero se desvirtuó con la reforma de 1982, ya que pasó de ser una figura que velaba por el libre debate parlamentario a que gozarán de fuero los titulares de los Poderes de la Unión en el nivel federal y local, e inclusive servidores públicos de segundo orden como lo son los directores generales y sus equivalentes de los organismos descentralizados, empresas de participación estatal mayoritaria, fideicomisos públicos y presidentes municipales.

Ante esta situación, la percepción de la ciudadanía es que las autoridades actúan al margen y por encima de la ley sin ninguna represalia.