Tras la erupción del volcán Kilauea, la cual lanzó ríos de lava que llegaron a bosques y calles, la Guardia Nacional de Hawaii evacuó a cerca de mil 500 pobladores que habitan cerca de la zona de desastre.
Aunque no se informó sobre posibles víctimas, se dice que al menos 100 personas se encontraban el viernes en albergues y se cree que otras personas pidieron refugio a parientes y amigos.
Funcionarios del condado de Hawai dijeron que se abrió una fisura de la cual brotaron vapor y lava en la comunidad de Leilani Estates, cerca de Pahoa, en la Isla Grande.
En la televisión local se mostró un chorro de lava que salía de una grieta en una calle. Videos filmados desde un dron mostraron un río de lava serpenteando a través de un bosque.
“Se escuchaba como si se pusiera muchas piedras en una secadora y se le hiciera girar a la mayor velocidad posible. Olía a azufre, así como a árboles, maleza y otros materiales quemados”, dijo un poblador a una televisora local.
Asta Miklius, geofísico del Servicio Geológico de Estados Unidos, dijo que no había manera de determinar con exactitud cuánto duraría la erupción.
«Uno de los parámetros será si el reservorio de magma en la cumbre empieza a drenarse debido a este evento y eso no ha sucedido aún«, dijo. «Hay mucho magma en el sistema. Probablemente no será una erupción de apenas unas horas, pero su duración dependerá de si afecta el reservorio de magma. Es lo que estamos observando con mucho cuidado«.
El Servicio Geológico elevó el nivel de alerta al máximo, lo que significa que una erupción peligrosa ha comenzado o es inminente.