Una dieta saludable es tan importante antes del embarazo como durante este, las mujeres que comen más comida rápida y las que comen muy poca fruta tardan más en quedar embarazadas que aquellas que incluyen varias porciones de fruta en sus dietas diarias, según un estudio publicado este viernes en la revista Human Reproduction.

Las que comieron fruta menos de tres veces al mes tardaron medio mes más en quedar embarazadas que las que comieron fruta tres o más veces al día durante el mes anterior a la concepción. Asimismo, las mujeres que consumían comida rápida cuatro o más veces a la semana tardaron casi un mes más que las que comieron varias porciones de fruta al día.

«Pequeñas modificaciones en la alimentación pueden tener beneficios para mejorar la fertilidad», escribió Jessica Grieger, investigadora postdoctoral en la Universidad de Adelaide. «Nuestros datos muestran que el consumo frecuente de comidas rápidas retrasa el tiempo hasta el embarazo», subraya.

Agregó que se necesita más investigación para evaluar el posible impacto de un mayor número de alimentos en el embarazo.

Grieger y sus colegas examinaron datos de 5.598 mujeres embarazadas en Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido e Irlanda. Ninguna de las mujeres había tenido un bebé anteriormente.

Durante la primera visita prenatal a cada mujer, que tuvo lugar entre las semanas 14 y 16 del embarazo, las parteras recolectaron información. Las preguntas incluyeron cuánto tiempo llevó embarazarse y detalles de la dieta del mes anterior a la concepción. Específicamente, a las mujeres se les preguntó con qué frecuencia comían frutas, verduras de hoja verde, pescado y comidas rápidas: hamburguesas, pizza, pollo frito y papas fritas compradas en los restaurantes de comida rápida o comida para llevar. Las comidas rápidas compradas en supermercados o comidas en casa no fueron incluidas.

Cuando los investigadores analizaron los efectos de la dieta sobre la infertilidad, encontraron que en las mujeres con la menor ingesta de frutas, el riesgo de infertilidad aumentaba del 8% al 12%. En las que comían comida rápida cuatro o más veces a la semana, el riesgo de infertilidad aumentó de 8% a 16%.

Los investigadores también hallaron que el consumo de verduras de hoja verde o pescado antes del embarazo no afecta el tiempo de llegar al embarazo.

Una debilidad admitida del estudio, anotaron los investigadores, fue que no recopilaron información dietética de los padres.

«Una revisión reciente de los marcadores de fertilidad y dieta masculina indicó que una mayor ingesta de frutas y verduras se asoció con una mayor movilidad de los espermatozoides, mientras que una mayor ingesta de alimentos ricos en grasa y dulces puede disminuir la calidad del semen«, escribieron Grieger y sus coautores.