En 2012, la promesa del entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto fue reducción en los precios del gas, la electricidad y no más “gasolinazos”.
Casi seis años después, a 17 meses de la apertura del mercado, el precio de la gasolina en México está por arriba de países que no son productores de crudo, como Estados Unidos, Canadá y algunos de América Latina.
De acuerdo con la Comisión Reguladora de Energía (CRE), en estaciones de la Ciudad de México el litro de gasolina Premium alcanzó los 20 pesos, siendo más caro que el dólar, que este lunes ronda los 19.70 pesos por unidad en bancos, mientras que la de bajo octanaje raya los 19 pesos.
En junio de 2012, los precios de los combustibles mexicanos eran de 10.18 pesos el litro de Magna, 10.84 el de Premium y 10.54 pesos por litro de diésel.
Sin embargo, los aumentos de los últimos días no están relacionados con el mercado internacional ni los costos de producción; responden a la especulación por parte de grandes comercializadores, consideraron analistas.
De acuerdo con La Jornada, especialistas urgieron la intervención de precios por el gobierno federal ante la “incapacidad del regulador”, señalando que México debe volver a invertir en refinación ante la vulnerable situación en la que lo ubica la dependencia a Estados Unidos, y previeron que los precios seguirán al alza en los próximos meses.
“La liberación del precio de la gasolina como parte de la reforma energética representa para los mexicanos pagar en promedio 200 pesos más por llenar un tanque de 40 litros, mientras que para Petróleos Mexicanos (Pemex)… sólo durante el primer trimestre de 2018 le significó un crecimiento en las ventas de estos combustibles de 1.3 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2017”, señaló el artículo.