Al menos cinco personas murieron a consecuencia de la poderosa tormenta que azotó  Nueva York. El gobernador Andrew Cuomo declaró estado de emergencia en los condados Dutchess, Orange y Sullivan, donde más de 170 mil usuarios no tuvieron electricidad.

La tormenta fue una combinación de vientos y granizo, y aunque no llegó a ser un tornado sí generó caos en el transporte de trenes en NYC con gente tratando de regresar a sus hogares al final de la tarde, cortes de energía y árboles caídos en varias carreteras.

Hubo olas parecidas a un tsunami, clasificadas como “meteotsunami”, debido a las mareas anormalmente altas provocadas por la fuerte tormenta eléctrica desde Perth Amboy en Nueva Jersey hasta la isla Fenwick de Delaware, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).

A la mañana del miércoles el servicio Metro-North se mantenía alterado, con muchas vías de tren y carreteras afectadas por árboles y cables caídos. Y miles de personas seguían sin electricidad en Nueva York, Connecticut, Pensilvania y Nueva Jersey.

Uno de los fallecidos es una niña de 11 años, que murió en Newburgh (Orange County, NY) cuando un árbol cayó sobre el vehículo donde se encontraba con su madre, quien sufrió heridas leves.

Otra muerte relacionada con la tormenta también fue reportada en Newburgh. Se trata de una mujer que conducía por Albany Post Road, cuando un árbol cayó sobre ella

Dos personas fallecieron en Connecticut y otra en Pennsylvania, también por árboles caídos en los condados New Fairfield, Danbury y Monroe, respectivamente.

El martes se reportó congestión en Grand Central y Penn Station, cuando muchos neoyorquinos se volcaron para regresar a casa antes de la tormenta.