La lava del volcán Kilauea alcanzó el océano Pacífico y causó el primer herido grave desde que entró en erupción el pasado 4 de mayo, informó ayer la Oficina de Defensa Civil del condado de la Isla Grande de Hawái.

En un comunicado, la dependencia confirmó que un río de lava del Kilauea, uno de los volcanes más activos del mundo, cruzó la autopista 137, al sur de la intercepción Mile Marker 13, y comenzó a entrar en el océano, según un reporte de la cadena de televisión local Hawaii News Now.

La entrada de la lava caliente en el océano podría contaminar el aire con una sustancia conocida como “laze” (partículas de cristal fino y ácido clorhídrico, que son desplazadas por el viento) pueden cambiar de dirección sin aviso previo y provocar “irritación en los pulmones, los ojos y la piel”.

El Observatorio de Volcanes de Hawái (OVH), dependiente del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) alertó el sábado sobre la posible presencia de laze y sucesos explosivos adicionales del volcán, que podrían producir lluvia de ceniza.

“Las emisiones de gas volcánico en la cumbre siguen siendo altas”, destacó el Observatorio en un reporte en su página en internet sobre la situación del Kilauea, cuya lava y material incandescente ha abierto al menos 20 grietas.

Pierde una pierna

La portavoz del Condado de Hawái, Janet Snyder, confirmó, por su parte que la lava del Kilauea causó también el primer herido grave, un hombre que se encontraba en el balcón de su departamento en un tercer piso el sábado por la tarde.

La víctima se encontraba en el balcón de su vivienda cuando la lava voló por el aire hasta impactar en la parte baja de su pierna. “Le golpeó en la espinilla y destrozó todo para abajo de su pierna”, indicó Snyder, a la cadena de televisión hawaina.

La funcionaria destacó que las salpicaduras de lava, sin importar cuán grandes o pequeñas sean, pueden ser mortales. “Lo mejor es mantenerse fuera de peligro evitando las áreas con flujos de lava activos y fisuras”, indicó.

Desde que el volcán entró en erupción el pasado 4 de mayo, más de mil 700 personas han tenido que ser desalojadas y docenas de casas y automóviles han sido destruidos cerca de la entrada al Parque Nacional de los Volcanes.

La última explosión del coloso se registró poco antes de la medianoche del viernes y aunque su duración fue corta, generó una nube de ceniza que alcanzó más de tres mil metros de altura y sismos en las zonas cercanas.