Un tercer río de lava del volcán Kilauea llegó a la costa, en la tercera semana tras la erupción. Una nube tóxica de vapor, una mezcla de ácido y fragmentos de vidrio extremadamente finos, se ha levantado tras la entrada del magma en el océano.

El flujo de lava se alimenta de una más de dos docenas de fisuras que se han ido abriendo en el suelo, según han dicho este jueves los científicos. El magma fluye hacia la costa y se ha dividido en tres canales de lava diferentes que han penetrado en el océano.

El río de lava ha arrasado en su recorrido de más de 3 kilómetros (2 millas) destrozado decenas de edificios y ha dejado a su paso gases tóxicos y columnas de ceniza, lo que ha provocado la evacuación de más de 2.000 residentes en esta isla de Hawaii. Un vecino resultó herido tras ser golpeado por una pieza de lava voladora.

Las autoridades locales de la isla han señalado que otras 1.000 personas podrían ser evacuadas si el magma incandescente cruza las carreteras principales y ante el posible aislamiento de los vecinos de la parte más rural de la isla donde el volcán está en erupción. En la isla hay alrededor de 200.000 habitantes.

El Cuerpo de Marines de EE. UU. ha enviado dos helicópteros CH-53E Super Stallion desde una base cerca de Honolulu para ayudar en caso de que sean necesarias más evacuaciones. Cada helicóptero puede transportar 50 pasajeros.

Las explosiones continúan de forma intermitente en la cima que levantan columnas de ceniza al cielo. «Estamos en estado estable», ha dicho a AP Wendy Stovall, científica de la Encuesta Geográfica de los Estados Unidos. No hay indicaciones sobre si el volumen de lava aumentará o disminuirá, añade. Se esperan la explosiones continuas «duren un poco más».