Es un negocio redondo. Y es una guerra de nunca acabar. Siempre ganan los mismos (y no son las fuerzas beligerantes que se enfrentan en el terreno). Miles de millones de dólares se destinan a mantener el conflicto armado en México porque deja ganancias aún mayores. Y no sólo son económicas. Sirve para justificar la militarización del país, la intromisión de los estadunidenses en asuntos de seguridad mexicanos, desactivar protestas, reprimir movimientos sociales, violar derechos humanos y colectivos.

No importa cuántos asesinados, desaparecidos y desplazados haya, aun si se cuentan por cientos de miles. Tampoco cuántos detenidos sean presentados ante las autoridades judiciales, cuántos reciban sentencia y cuántos encarcelen.

No importa. La guerra siempre tendrá razones para seguir adelante.

Así que tampoco importa cuánta droga se incaute o destruya. Veamos los números.

Un oficio de la Procuraduría General de la República (PGR) da cuenta de los precios estimados de las drogas en México. Por kilo, la heroína es la droga más cara que se trasiega en el país. Alcanza los 35 mil dólares (unos 695 mil 134 pesos).

El oficio PGR/UTAG/DG/003094/2018 indica que en segundo lugar se encuentran las metanfetaminas, las cuales tienen un valor de 14 mil 514 dólares (288 mil 262 pesos) por kilo. En seguida se encuentra la cocaína. Por ella se pagan 12 mil 500 dólares por kilo (248 mil 262 pesos). Finalmente, la marihuana cuesta en México 80 dólares (1 mil 588 pesos) el kilo.

Otro oficio de la misma dependencia da cuenta de la cantidad de estupefacientes asegurados o destruidos desde que inició la “guerra” contra el narcotráfico, a finales de 2006, con la grandiosa idea del presidente impuesto, Felipe Calderón, de sacar a las Fuerzas Armadas a las calles.

En el oficio PGR/UTAG/DG/002884/2018, fechado el 22 de mayo de 2018, la PGR consigna que entre 2006 y la primera mitad de 2017 se destruyeron 1 millón 90 mil 851 plantíos de marihuana. La mayoría de ellos en Sinaloa (311 mil 572), Chihuahua (197 mil 682) y Durango (142 mil 39). Se trata, pues, del famoso “triángulo dorado”.

Aunque tal vez muy poco diga la palabra “plantío”. Mejor dato es el que se mide por hectáreas. En el documento de la PGR se revela que en casi 12 años de “guerra contra el narcotráfico” y 10 de la Iniciativa Mérida, se han destruido 154 mil 616 hectáreas sembradas con marihuana en México. Los principales estados son, de nueva cuenta, Sinaloa (49 mil 571), Chihuahua (29 mil 942) y Durango (25 mil 170). Le siguen Michoacán (13 mil 893), Jalisco  (7 mil 488) y Guerrero (7 mil 194). Sólo en dos de las 32 entidades federativas no se han detectado siembra de marihuana desde 2006: Tlaxcala y la Ciudad de México.

Una de las sorpresas es que el año durante el cual más hectáreas de marihuana se erradicaron fue 2006, es decir, antes de la “guerra”. En ese año se destruyeron 30 mil 161 hectáreas de marihuana. Y luego siempre vino en declive. Para 2016 se destruyeron 5 mil 477 y para 2017, hasta el 30 de junio, 1 mil 934 hectáreas.

Los aseguramientos de marihuana tienen un comportamiento similar. En total se han confiscado 17 mil 639 toneladas 333 kilos de marihuana. De acuerdo con datos de la PGR, estaríamos hablando de un volumen con valor de 1 mil 411 millones de dólares o 28 mil millones de pesos. La mayoría, en seis estados (Sinaloa, Sonora, Durango, Chihuahua, Baja California y Tamaulipas). 2010 fue el año con mayor número de toneladas incautadas, con 2 mil 313. Luego, el declive, hasta llegar a 2017, cuando se aseguraron 254.

México no es productor de cocaína, pero los cárteles asentados en este país controlan todo el proceso iniciado en América del Sur. En total, desde la “guerra” iniciada en diciembre de 2006 y hasta el 30 de junio de 2017, la PGR ha registrado el aseguramiento de 177 mil 285 kilogramos de cocaína. El valor de estos cargamentos ascendería a 2 mil 216 millones de dólares o 439 mil millones de pesos. La mayoría en cuatro estados: Colima (36 mil 741), Oaxaca (31 mil 128), Chiapas (25 mil 162) y Tamaulipas (15 mil 484). No hay una sola entidad en toda la República en la que no se haya decomisado cocaína desde 2006.

Con respecto de la amapola (la planta de la que se extrae la goma para fabricar heroína y otros opiáceos), el gobierno mexicano ha destruido desde 2006 más de 1 millón 353 mil 65 plantíos. Y aquí el estado de república que destaca es Guerrero, con 613 mil 891. Le siguen Chihuahua (272 mil 14), Durango (229 mil 509) y Sinaloa (128 mil 632).

Al medir las hectáreas de amapola destruida, resulta que 91 mil 912 son de Guerrero, 40 mil 921 de Durango, 38 mil 367 de Chihuahua y 21 mil 15 de Sinaloa. De las 32 entidades, sólo en cinco no se registraron sembradíos: Aguascalientes, Baja California Sur, Ciudad de México, Querétaro y Quintana Roo.

Cabría destacar que –de acuerdo con el documento Amapola, opio y heroína. La producción de Colombia y México, publicado por el Trasnational Institute en abril pasado– las hectáreas de amapola que se destruyen en México sólo representan la tercera parte de las que realmente se cultivan.

La heroína asegurada (hasta el 30 de junio de 2017) asciende a 4 toneladas 732 kilos con 890 gramos. El valor sería de 165 millones 651 mil 150 dólares (unos 3 mil 288 millones de dólares). Los decomisos se han concentrado en dos estados: Sonora (1 tonelada 536 kilos) y Baja California (1 tonelada 249 kilos). En otras 28 entidades los aseguramientos van desde los 10 gramos (Tlaxcala) hasta los 698 kilos (Sinaloa). Sólo en Hidalgo y Yucatán nunca se ha decomisado heroína.

Además, las autoridades mexicanas han destruido, entre 2006 y el 30 de junio de 2017, un total de 1 mil 651 laboratorios clandestinos en los que se producían drogas. Sólo en Michoacán fueron destruidos 587. Otros estados con cientos de casos fueron Sinaloa (con 515) y Jalisco (con 249). Otras entidades de la República sumaron menos de una decena. En seis entidades de la República las autoridades no han encontrado laboratorio alguno. En la Ciudad de México se han destruido tres: uno en el presente sexenio y dos durante el pasado. Fue 2012 cuando más laboratorios clandestinos se destruyeron: 270.

En las 32 entidades de la Federación se han asegurado metanfetaminas. En una de ellas apenas 100 gramos (Campeche), pero en otras hasta 87 toneladas con 727 kilos (Sinaloa). En total se han decomisado 199 toneladas con 451 kilos, cuyo valor a ascendería a 2 mil 894 millones 831 mil 814 dólares o 57 mil 465 millones 644 mil pesos. Se trata de una droga en auge. Si en 2006 apenas se aseguraron 753 kilos, para 2017 superaron las 37 toneladas.

Así, la “guerra” seguirá hasta el infinito. Se acumularán las drogas incautadas, las hectáreas destruidas, los muertos, los desplazados, los desaparecidos. Y nos seguirán diciendo que los “golpes” al narco suman miles de millones de dólares. Lo que no nos dirán son los valores reales del negocio ni los bolsillos a los que llegan. La “guerra” es perfecta para estas empresas.