En el límite de Rusia, la FIFA instaló dos cabinas con 15 pantallas capaces de mostrar 33 ángulos de cámara distintos, que se usarán por primera vez en la historia de los mundiales para la revisión de jugadas polémicas.

El organismo internacional de futbol espera que el «VAR» ayude a que los aficionados dejen de quejarse sobre arbitrajes parciales, incompetentes o corruptos.

Serán cuatro árbitros los que se sentarán frente a los operadores de monitoreo, capacitados para encontrar el mejor ángulo que determine un cobro polémico de penalti o fuera de juego.

Uno de ellos es el Árbitro de Video en Jefe, quien toma la decisión final y además cuenta con el respaldo de un asistente especializado en fueras de juego.

En tanto, otro revisará el trabajo de sus colegas en busca de errores, y el último revisará la transmisión en vivo mientras los demás deliberan.