La fiscalía de Nueva York demandó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus tres hijos –Donald Jr, Ivanka y Eric– por utilizar su fundación con fines personales, incluyendo beneficios para su campaña electoral en 2016.

Por su parte, el mandatario respondió asegurando que tras la renuncia “en desgracia” del fiscal general Eric Schneiderman, sus discípulos sacaron el tema a colación.

«Schneiderman, que dirigió la campaña de Clinton en Nueva York, nunca tuvo las agallas para traer este ridículo caso, que se quedó en su oficina por casi 2 años. Ahora renunció a su cargo en desgracia, y sus discípulos lo trajeron cuando no nos conformamos«, escribió en su cuenta de Twitter.

La demanda exige la disolución de la fundación, así como una restitución de 2.8 millones de dólares más multas, acusando “un patrón de conducta ilegal persistente durante más de una década”.

De acuerdo con la fiscalía, Trump usaba los activos de la fundación para pagar sus obligaciones legales, promover sus negocios y la compra de artículos personales.