Moody’s advirtió que la imposición de aranceles del 25 por ciento a importaciones de vehículos y autopartes a Estados Unidos que ansía la administración del magnate Donald Trump afectaría a la producción y ventas de General Motors y Ford.

Lo anterior, según un análisis de la agencia calificadora, debido a que ambas empresas importan una gran cantidad de vehículos a la Unión Americana.

GM depende de las importaciones de México y Canadá para respaldar sus operaciones en Estados Unidos (30 por ciento de sus ventas unitarias en EU, en comparación con el 20 por ciento de Ford) y obtiene una parte significativa de sus camiones y SUV de alto margen de esos dos países.

Tanto GM como Ford necesitarían absorber el costo de reducir la producción mexicana y canadiense y cambiar algunos a Estados Unidos”, consideró el vicepresidente Senior de Moody’s, Bruce Clark.

También, agregó, es probable que se deban subsidiar ventas para compensar aranceles en el corto plazo y, eventualmente, recompensar los mayores costos a los consumidores.

Asimismo, afirmó que los principales fabricantes de autopartes podrían enfrentar dificultades para adaptarse a los cambios en la cadena de suministro ocasionados por los aranceles.

Los esfuerzos de los proveedores para optimizar el costo de producción y el tiempo para las piezas completadas a menudo resultan en múltiples viajes transfronterizos para productos terminados, lo que podría generar cargos tarifarios múltiples, y evitar esos costos podría afectar la cadena de suministro”, agregó.

Un estudio de la Secretaría de Economía (SE) puntualiza que que un auto fabricado en Estados Unidos tiene en promedio 3 mil 800 dólares de piezas hechas en México.

Las autopartes mexicanas cobran una especial importancia para EU, cuyas importaciones de 2017 provinieron en un 48.4 por ciento de nuestro país y de Canadá, con un valor de 69 mil 324 millones de dólares, según datos del Departamento de Comercio estadounidense.

Por otro lado, según Moody’s, las empresas automotrices no estadounidenses padecerían más con los aranceles.

“Los fabricantes de automóviles europeos sin plantas estadounidenses, como Jaguar Land Rover y Volvo, serían especialmente afectados (…) Un arancel de 25 por ciento perjudicaría la producción automotriz de México y la economía del país en general”, pues varios fabricantes han construido plantas de ensamblaje para atender al mercado estadounidense, para generar el 2.9 por ciento del PIB nacional en el primer trimestre.

El miércoles, el magnate Trump informó que estaba por concluir el estudio sobre los aranceles a automóviles europeos.

«Estamos terminando nuestro estudio sobre aranceles a los autos europeos en relación al largo tiempo que han tomado ventaja de EU en la forma de barreras comerciales y aranceles. Al final todo se emparejará y no tomará mucho tiempo«, exclamó.

La Asociación Nacional de Vendedores de Automóviles en Estados Unidos (NADA, por sus siglas en inglés), condenó el alza de aranceles, ya que más del 54 por ciento de los vehículos que se venden en aquel país proviene del exterior.

Un arancel sobre vehículos importados y autopartes equivale a un impuesto al consumo, y nos preocupa que dicho impuesto signifique precios más altos y menos opciones para nuestros clientes”, expresó.