Berta Díaz, Montserrat Sánchez y Karen de la Torre/ Verificado 2018

Si los 89.3 millones de mexicanos registrados en la lista nominal votaran para presidente, el costo por voto sería de 271 pesos, considerando los presupuestos del Instituto Nacional Electoral (INE) y de los partidos políticos.

El proceso electoral tendrá un costo de más de 24 mil millones de pesos, pero si además se considera el presupuesto del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), el monto asciende a 28 mil 108 millones, lo cual elevaría el costo por cada voto a 316 pesos.

En las últimas tres elecciones presidenciales (2000, 2006 y 2012), el abstencionismo electoral osciló entre 36.03% y 36.92%, un promedio de 33 millones de electores.

El abstencionismo sale caro. Cada que un ciudadano decide no votar, se incrementa el costo por voto válido.

Partiendo de un escenario en el que participe 63.07% de los electores inscritos en la lista nominal —misma cifra que en 2012— cada voto costaría 430 pesos, mientras que si se considera también el presupuesto del TEPJF y la Fepade, sería de 502 pesos.

Las entidades con mayor abstencionismo

En las elecciones de 2000, la entidad con mayor abstencionismo fue Chiapas, con 47.81%. Mientras que Yucatán fue en el que más votó con 71.96%, de acuerdo con los archivos históricos del INE.

Seis años después, la participación ciudadana en comicios a nivel nacional disminuyó a 58.22%. Guerrero concentró el mayor porcentaje de abstencionismo con 53.78% y el entonces Distrito Federal, la mayor participación con 67.9%.

En 2012 resultó electo Enrique Peña Nieto, la participación nacional volvió a repuntar y alcanzó 63.07%. Entonces, Michoacán fue el estado más abstencionismo con 47.5%, mientras que nuevamente Yucatán obtuvo la mayor participación, con 77.42%.