Con el lema “las familias deben estar juntas”, los canadienses se unieron a las protestas en Estados Unidos contra la separación de familia inmigrantes en la frontera sur de ese país y demandaron al gobierno de Justin Trudeau cancelar el Acuerdo de Tercer País Seguro con la nación vecina.

Por más de tres horas y convocados por la agrupación pro inmigrante “No one is ilegal” (Nadie es ilegal) los canadienses de diversas organizaciones sociales llegaron a las afueras del consulado de Estados Unidos en Toronto para protestar por la política antiinmigrante del presidente Donald Trump.

Pese al mundial de futbol y a la alerta de calor que se vive en Toronto, se congregaron cientos de defensores de los derechos de los migrantes con sus pancartas que decían: “Los niños no son piezas de empeño. Esto no es un juego”, “Si eres neutral ante la injusticia, estas del lado del opresor” y “Los inmigrantes no son criminales”.

El centro de la manifestación, a unos pasos del “búnker” que alberga la sede diplomática estadunidense, que ocupa una manzana en el centro de esta ciudad multicultural, fue la defensa de la unión familiar por encima de cualquier política migratoria y la exigencia al gobierno de cancelar un acuerdo con Estados Unidos.

Ambos países firmaron en 2004 el Acuerdo del Tercer País Seguro, en el cual se reconocen como seguros a fin de albergar cada uno las peticiones de refugio y que éstas no puedan hacerse en el otro país. Ante la mano dura de Trump en política migratoria las organizaciones civiles canadienses están presionando a Trudeau para que cancele dicho acuerdo.

EUA no es un país seguro. Canadá suspende el acuerdo”, decían varias pancartas que se mostraron a las afueras del consulado estadunidense y recibían el claxon solidario de los automovilistas que pasaban por la calle Universidad.

Como símbolo de solidaridad con los más de dos mil niños separados de sus familias, los canadienses depositaron en la plaza miles de muñecos de peluche, incluso pusieron una pequeña jaula.

En el centro estaba una pancarta con la imagen de la icónica niña que, pese a no haber sido separada de su madre, simboliza la separación de miles de niños centroamericanos y mexicanos. En un fondo lleno de pequeños corazones, la imagen de la pequeña de suéter rosa y pantalón azul, llorando y con los números “2,342 y contando”.

En el acto de protesta hubo representaciones multiculturales, incluida una escenificación de la danza azteca. El danzante y artista mexicano Jesús Sánchez dijo a Notimex que como padre es muy doloroso ver las imágenes de niños separados de sus familias.

Es importante dar a conocer lo que está pasando y mantenernos unidos frente a esta situación. Esta es una gota más de la política devastadora de Trump. Todavía no entiendo cómo una persona así puede estar en el poder, es un racista y enfermo”, anotó.

Por su parte, la guatemalteca Nety Marroquín, de Socialist Action, agradeció las muestras de apoyo de los canadienses a los miles de niños guatemaltecos, hondureños y mexicanos que se encuentran detenidos en celdas en la frontera.

Nuestros niños de El Salvador, Guatemala, Honduras, México están en celdas en la frontera. Gracias a ustedes a nombre de mi país”, dijo la inmigrante, quien recordó que este día se conmemora en Guatemala “el genocidio en este país perpetrado por Estados Unidos con el apoyo de Israel”.

La colombiano-canadiense Andrea Vásquez Jiménez, organizadora comunitaria, activista, educadora y estudiante de postgrado declaró a Notimex que “es importante manifestarnos colectivamente contra cualquier injusticia. Vemos una violenta separación de familias en Estados Unidos”.

La también codirectora de la Afro-Latin-America Abya Yala Education Network dijo que lo más urgente es mantener a las familias unidas.