Cuba tendrá un primer ministro, el presidente del país lo será de su poder legislativo y ampliará el reconocimiento de la propiedad privada, según se deduce de un anteproyecto de reforma a la Constitución, que aclara que la nación mantendrá su carácter socialista con la preminencia del Partido Comunista.

Las autoridades publicaron algunos de los puntos que esperan reformar en un proceso que comenzó el mes pasado y busca una renovación total de su Carta Magna, que data de 1976, y no refleja las medidas que el gobierno implementó en la última década.

La experiencia adquirida en estos años de Revolución” y “los nuevos derroteros trazados” por las resoluciones del Partido Comunista de Cuba (PCC), son algunas de las causas para la reforma, aseguró el sábado el periódico oficial Granma, que dio a conocer varias de las novedades que trae la nueva Constitución de la isla.

Tras los anuncios realizados en abril por el expresidente Raúl Castro, una sesión especial en junio de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Parlamento le dio continuidad a los trabajos para un nuevo texto de Carta Magna que será presentado a ese órgano legislativo -el próximo 21 de julio-, antes de pasar a su vez a un proceso de consulta popular.

Los aspectos mostrados en el anteproyecto de la nueva Constitución incorporan la figura de un primer ministro que se encargue del gobierno, el Consejo de Ministros, al tiempo que se mantiene la figura de un presidente y un vicepresidente de la república -al frente de un Consejo de Estado– y que lo serán también de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Parlamento.

Hasta ahora el mandatario de Cuba encabezaba el Consejo de Estado y de Ministros, pero era una figura separada del líder parlamentario -el órgano legislativo que se reúne en plenaria dos veces al año- y no existía la figura de primer ministro.

La nueva Constitución mantendrá derechos como la libertad religiosa pero también hará explícita la no discriminación por identidad de género, aunque el texto de Granma no detalló hasta qué nivel llegará el reconocimiento de las uniones homosexuales, como piden activistas de la comunidad LGTB y que rechazan algunas iglesias.

Se espera que la nueva Carta Magna tenga un reconocimiento de la propiedad privada, de acuerdo con las medidas aprobadas por Castro y que ampliaron el ejercicio del empleo por fuera del Estado y abrió una incipiente iniciativa privada para darle oxígeno a una economía deprimida y con muchas dificultades de productividad, que además enfrenta fuertes sanciones de Estados Unidos.