Los migrantes a bordo de dos patrulleras de vigilancia de fronteras desembarcaron el lunes en un puerto en Sicilia luego de que media docena de países europeos se comprometieron a darles asilo en lugar de que sea Italia quien procesase todas las peticiones.
El gobierno conservador y antiinmigración italiano impidió el atraque de las dos embarcaciones militares en Pozzallo hasta que las otras naciones prestaron su ayuda. A primera hora del lunes, los barcos entraron a puerto y los migrantes, que se sometieron a controles al amanecer, pudieron desembarcar.
Muchas mujeres y niños ya habían llegado a tierra antes.
Alemania, España y Portugal se comprometieron en domingo a aceptar a 50 migrantes cada uno, tras ofertas similares de Francia y Malta.
Pero no todos estuvieron de acuerdo con el reparto. República Checa rechazó el llamado y dijo que el plan de redistribución era una “camino al infierno”.