Los 12 chicos rescatados en días pasados de una cueva del norte de Tailandia, tras permanecer 18 días atrapados, honraron hoy al teniente comandante Saman Kunan, un buzo de la Armada tailandesa fallecido durante el operativo para sacarlos con vida.
Los menores, de entre 11 y 16 años y quienes se están recuperando en un hospital de la ciudad de Chiang Rai, se enteraron este domingo de la muerte de Saman y de que se sacrificó por salvarles la vida, informó el Ministerio de Salud de Tailandia.
“Los muchachos quedaron sorprendidos y tristes cuando se les contó la muerte de un excomandante de la Marina durante la reciente operación para rescatarlos de la cueva Tham Luang en la provincia de Chiang Rai”, indicó.
Saman murió el 6 de julio pasado, cuando regresaba a un campamento provisional, tras completar su misión de transportar tanques de oxígeno hasta la gruta donde fueron hallados los menores, a 1.7 kilómetros de distancia.
El buzo perdió el conocimiento poco antes de salir del complejo de cuevas de Tham Luang, tras entregar a los menores y su entrenador su propio tanque de aire, y fue sacado por un compañero, aunque no pudo ser revivido.
En un comunicado, el Ministerio de Salud destacó que los miembros del equipo de futbol inclinaron la cabeza en señal de respeto frente a un boceto del buzo.
“Limpiándose las lágrimas, los niños escribieron mensajes de agradecimiento en el retrato del exmiembro de la Marina y buzo voluntario Saman Kunan. Todos lloraron y expresaron sus condolencias y guardaron un minuto de silencio«, anotó el Ministerio.
La declaración oficial detalló que los menores fueron informados de la muerte de Saman hasta que un equipo médico determinó que estaban mentalmente fuertes para manejar la noticia, según un reporte de la edición electrónica del diario The Nation.
Los 12 niños y su entrenador, Ekkapol Janthawong, quedaron atrapados el 23 de junio pasado, mientras exploraban el complejo de cuevas de Tham Luang, después de la práctica de futbol, debido a que cayó un súbito aguacero, que inundó los túneles por donde ingresaron.
La doctora Jessada Chokdamrungsuk, secretaria permanente del Ministerio de Salud, destacó en el comunicado que todos los futbolistas lloraron y agradecieron al teniente comandante Saman Kunan por sacrificar su vida para salvar la de ellos.
«Los muchachos han prometido ser buenas personas para honrar al teniente comandante Saman«, afirmó Jessada.
Saman, un exsuboficial de primera clase de la Armada tailandesa, fue la única víctima en la milagrosa operación de rescate que se prolongó por tres días consecutivos y concluyó el martes pasado con todos los niños y su entrenador a salvo.