Organizar unos Juegos Olímpicos es el sueño de muchas grandes ciudades del mundo; ya sea por turismo, factor económico o para mostrar al mundo sus bondades; sin embargo, no es una tarea sencilla, ya que se requiere de mucha inversión que en muchos casos no tiene el mejor destino, tal es el caso de Beijing 2008.
Fotos: AFP
Los considerados como los juegos “más caros de la historia” tuvieron un costo de 40 mil millones de dólares, aunque el dato no es oficial porque jamás fue revelado por el gobierno chino.
Se construyeron diversos escenarios para recibir a los deportistas, lo cuales, una vez que concluyeron los juegos deportivos, nunca más volvieron a ser utilizados y permanecen en el abandono.
Tras Beijing 2008, el estadio de béisbol de Wukesong, el parque olímpico de remo-piragüismo de Shunyi y el velódromo de Laoshan tienen un aspecto lamentable.
Así, los juegos olímpicos no solo han padecido el paso del tiempo, sino el abandono y descuido, con el consecuente desperdicio de inversión para edificar campos y espacios deportivos.