Once estadounidenses que iban a bordo del avión que se desplomó el pasado 31 de julio en la ciudad de Durango, presentaron demandas contra Aeroméxico.
“Todas las personas en este vuelo tienen derecho a saber exactamente qué causó el accidente del avión. Un avión simplemente no cae del cielo porque está lloviendo mucho”, acusó Thomas A. Demetrio, cofundador de la firma de abogados Corboy & Demetrio, que lleva su caso.
La firma apuntó que si bien el clima suele ser siempre un factor en las operaciones de vuelo, las operaciones seguras dependen de cómo la aerolínea y sus pilotos monitorean, responden y realizan correcciones ante condiciones climáticas severas, para evitar un contratiempo.
Cabe recordar que el avión Embraer 190 se desplomó al intentar despegar durante una tormenta, mientras trasladaba a un total de 97 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo. Afortunadamente, no se registraron muertes tras el suceso.