¡Nunca pretendí ser una reina! Cleopatra era un papel y yo una actriz.

Elizabeth Taylor

 

El día de hoy, 12 de agosto, se cumplen 2048 años del fallecimiento de una de las mujeres más influyentes de la historia universal que es recordada por su gran atractivo, así como por el gran impacto histórico que tuvo en su pueblo y en la cultura mundial, se trata de Cleopatra Filopátor Nea Thea, Cleopatra VII o mejor conocida simplemente como Cleopatra (69 a.C.- 30 a.C.) –cuyo nombre significa literalmente “gloria de su padre”.

Sobre la diplomática, comandante naval, lingüista, escritora médica y última reina de Egipto, el crítico estadounidense Harold Bloom, define la posición de Cleopatra como la primera gran celebridad, siendo profundamente amada por su pueblo, odiada por los romanos, temida e irresistible para sus enemigos, los cuales cambiaban el odio por la seducción, como es el caso de Julio César y Marco Antonio.

La Literatura y la leyenda creada en torno a la figura de Cleopatra, nos la presenta como de una incomparable belleza que cautivaba a todo aquel que la miraba, pero quizá la realidad sea diferente ya que su apodo desde pequeña fue “boca grande”. Tenía una nariz abultada, ya que todavía se recuerda la mítica frase de Blas Pascal (1623-1662) “si Cleopatra hubiera tenido la nariz más pequeña, el mundo hoy sería diferente” y las monedas y bustos de la época nos la presentan como un poco fornida. Lo que, si es cierto, es que era una intelectual, cultivada en la cultura y educación griega, hablaba una docena de idiomas y fue educada en matemáticas, medicina, filosofía, oratoria, astronomía y política. Plutarco además nos dice que tenía una voz dulce y modales refinados.

En el testamento del padre de Cleopatra se ordenó que ésta contrajera matrimonio con su hermano Ptolomeo XIII, un niño de doce años que fue alentado por varios consejeros para que se alzara en armas contra su hermana. El complot coincidió con la llegada de Julio César a Alejandría, cuyo ejército derrotó al del pequeño Ptolomeo.  Cleopatra sedujo a César y tuvo un hijo con él, Cesarión, que fue la base de la reina egipcia para unir su país a Roma. El joven vástago de César fue asesinado años después por orden de Octavio, que no quería competir con otros pretendientes al trono de Roma. César la abandona y hace que se case con su otro hermano Ptolomeo XIV, que aún era un niño. Tras la trágica muerte de César, el gobierno del Imperio pasó a depender de un triunvirato compuesto por Octavio, Lépido y Marco Antonio.

Marco Antonio viajó a Egipto y también cayó rendido ante los encantos de Cleopatra, que según Plutarco era menos bella que Octavia, la mujer del general romano y hermana de Octavio. Pero si Plutarco estaba en lo cierto, ¿cuál era el secreto de la reina egipcia para atraer tanto a los hombres? Es probable que su atractivo proviniera de su originalidad y fuerte personalidad.

Mientras Marco Antonio y Cleopatra vivían su historia de amor a orillas del Nilo (de su unión nacieron tres hijos, Tolomeo y los mellizos Alejandro y Cleopatra), la cohesión del triunvirato se fue resquebrajando. La relación empeoró cuando Marco Antonio repudió a Octavia. Su hermano, el poderoso Octavio, logró hacerse con el testamento secreto de Marco Antonio, en el que nombraba heredera a Cleopatra y a sus hijos y dictaminaba que Alejandría sustituiría a Roma como centro de poder del Imperio. Al hacerlo público, el pueblo reaccionó contra la usurpadora y Roma declaró la guerra al amante de Cleopatra.

Agripa derrotó a la flota del general romano, dando la victoria final a Octavio. Marco Antonio, engañado por un falso informe sobre la muerte de la reina egipcia, se suicidó dejándose caer sobre una espada. Siendo consciente de que ya no podría seducir al frío y calculador Octavio y temiendo que el nuevo hombre fuerte del Imperio la exhibiera en Roma encadenada como una esclava, Cleopatra eligió morir, a los 39 años, ofreciéndose al mordisco de una serpiente. A la reina le concedieron su deseo de ser enterrada junto a Marco Antonio, pero todavía hoy se desconoce el lugar de la sepultura.

Hallazgos contemporáneos han revelado que los bustos y pocas imágenes de esta reina demuestran, que Cleopatra VII no era una mujer excepcionalmente hermosa. No obstante, los escritos de su época, que dan cuenta de ella, la describen como una mujer extremadamente atractiva, poseedora de una personalidad magnética. El hecho es que esta figura femenina cambió su tiempo y se insertó en la historia universal.

Juzgue usted, amable lector.

 

 

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