El buque de búsqueda y salvamento marítimo Aquarius, que transporta a 141 inmigrantes rescatados el viernes pasado en aguas del Mediterráneo, atracó hoy en Malta tras el acuerdo alcanzado por seis países europeos para el reparto de los refugiados que viajan a bordo.
El Ejército maltés se movilizó para facilitar el desembarco de los inmigrantes, la mayoría de ellos procedentes de Somalia y Eritrea, que pasarán una revisión médica antes de ser repartidos a los diferentes países, informaron autoridades locales, citadas por el diario The Malta Independent.
Una vez que se someten a un examen médico, los inmigrantes serán escoltados al Centro de Recepción Inicial de Marsa, donde se iniciará el proceso de distribución entre Francia, Alemania, Luxemburgo, Portugal y España, explicó el primer ministro maltés, Joseph Muscat.
El coordinador de Médicos Sin Fronteras (MSF) a bordo del Aquarius, Aloys Vimard, indicó que hay dos niños de cincos año y tres de menos de 13 años que se encuentran “exhaustos, afectados por su viaje y su paso por Libia”.
Tras varios días errando por el Mediterráneo con los 141 inmigrantes, el Aquarius finalmente recibió la autorización formal de las autoridades de Malta para atracar en el puerto de La Valleta, confirmaron MSF y la organización no gubernamental SOS Mediterranee a través de Twitter.
Las dos organizaciones no gubernamentales recibieron con beneplácito el acuerdo sobre el reparto de estos 141 inmigrantes, así como de otros 144 que llegaron el lunes pasado a territorio maltés.
Desde Malta se llevará a cabo el reparto de los inmigrantes y quedará de la siguiente manera: 60 llegarán a España, otros 60 a Francia, 50 a Alemania y Malta, 30 a Portugal y cinco a Luxemburgo.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grande, valoró este miércoles “el final del impasse del Aquarius”, pero lamentó que está situación nunca tendría que haber llegado hasta este punto.
“Es incorrecto, peligroso e inmoral mantener a los navíos humanitarios vagado por el Mediterráneo, mientras los gobiernos compiten por deshacerse de sus responsabilidades”, dijo.
El domingo pasado, el barco Aquarius, gestionado por MSF y SOS Mediterranee, solicitó a los gobiernos europeos asignar un puerto seguro para desembarcar a 141 inmigrantes, entre ellos 73 menores de edad, en virtud de las obligaciones contempladas dentro del Derecho Marítimo Internacional.
El Aquarius rescató el viernes pasado a 25 personas a la deriva en un pequeño bote de madera sin motor a bordo y horas después a otros 116 inmigrantes en otra barca, incluidos 67 menores no acompañados.
Según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), un total de 60 mil 309 personas han logrado cruzar a Europa a través del Mediterráneo en lo que va de este año, pero mil 524 han muerto o desaparecido durante su travesía.