El mal estado de césped híbrido en la cancha del estadio Azteca podría ser a causa del trabajo realizado por la empresa encargada de colocarlo en el recinto.
Una nota publicada en el periódico El Universal señala a la empresa costarricense Turf Managers Special como responsable de los defectos que se hicieron evidentes en el estadio Azteca durante el partido del pasado sábado entre el América y Rayados de Monterrey, correspondiente a la fecha 4 del Torneo Apertura 2018.
Ronald Castillo, director de proyectos en Agrícola Roca, una empresa tica que tiene en su haber la colocación de la grama del estadio Nacional de San José y otros más en Centroamérica, denunció que el también costarricense Enio Cubillo, quien se encargó de poner, junto a un grupo, el nuevo césped en el estadio Azteca, no tiene la preparación adecuada para hacerlo.
“Conozco muy bien al señor que instaló el campo. Él es arquitecto, no ingeniero agrónomo, no es especialista en céspedes”, comentó Castillo vía telefónica al diario.
“Este señor le dijo a la gente del Pachuca que había construido esa primera cancha híbrida en Costa Rica, cuando no es cierto. Tengo información de que lo corrieron del Pachuca, ya no se encarga de sus canchas.
En Costa Rica, todo el mundo piensa que es el experto en césped híbrido, pero lo único que hizo fue un curso en línea que le recomendé de la Universidad de Georgia. No sé si lo terminó, pero no tiene experiencia. Pensaba que podía hacer de todo sólo viendo”, agregó.
Asimismo, Castillo detalló que la maquinaria empleada fue decisiva en el resultado apreciado el sábado.
“Hay varias cosas. No se tenía la maquinaria idónea. Para cortar esos rollos gigantes de césped, usted tiene que utilizar una cosechadora de alta tecnología y en las fotografías se puede observar que empleó una máquina cortadora de concreto.
Después, la instalación del césped no se hizo con una máquina de alta calidad (…) No sé si este tipo aprendió de nivelación láser. Lo que hizo fue meterse a la boca del león”, dijo.
En Europa, un cambio de césped para un estadio puede llegar a costar hasta más de 220 mil dólares.