#Puebla⚡️| De no tomar una verdadera conciencia sobre el calentamiento global, a las siguientes generaciones se les dejará grandes escombros, desiertos y suciedad, alerta el teólogo Leonardo Boff en @IberoPuebla.
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De no tomar una verdadera conciencia sobre el calentamiento global, a las siguientes generaciones se les dejará grandes escombros, desiertos y suciedad, alerta el teólogo Leonardo Boff.
Al recibir el Doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad Iberoamericana de Puebla, el ex-sacerdote franciscano resaltó la importancia de leer los datos en materia ecológica porque detrás de estos existe un gran dolor y un número mayor de pobres que claman justicia.
“Por ello, el grito de los pobres es el grito de la tierra. No se trata sólo de racionalidad sino también de sensibilidad”.
Encaminó sus palabras para pedir a los jóvenes involucrarse en el cuidado de la casa común, en el respeto a lo femenino, pero sobre todo a ser valientes. Les recordó que la humanidad debe ser sensible a la tierra, tal como lo hizo el Papa Francisco con su encíclica Laudato Sí, la cual lo puso como el principal defensor del medio ambiente.
Señaló que para cuidar la tierra es necesario buscar una alternativa a la dominación, y recordó que la esencia del ser humano es el cuidado, sino lo hacemos vamos a morir más rápido y eso mismo está pasando, al descuidar nuestro planeta los estamos matando.
“Todos los que estamos aquí somos hijos del cuidado, si nuestras madres no lo hubieron hecho en tres días hubiéramos muerto. El cuidado de la tierra requiere una conversión radical por querer salvarla, para ello debemos entender a la casa común de otra manera, debemos dejar de lado solo la mirada técnico-científico la cual la ve como un baúl para sacar y sacar sin dar nada a cambio”.
Al respecto menciono que no es casualidad que desde el 2004 la ONU determinara llamar al planeta la Madre Tierra, el sentido de esta metáfora es que los humanos podamos cuidarla como si se tratará de una mamá y con ello evitar estas grandes catástrofes ambientales que estamos viviendo.
“Hoy tenemos problemas para los que no tenemos solución y preguntas para las que no hay respuestas, de ahí la importancia de tendernos la mano y juntos encontrar soluciones”.
Señaló que es injusto que el ocho por ciento de la población concentre la riqueza de más de 3.5 millones de personas, además de que ese sistema de control pone en apuros los recursos de la tierra pues se está sobre cargando y está generando guerras y destrucción