El presidente de México, Enrique Peña Nieto, aseguró en entrevista con el periódico La Jornada que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) debe considerar una refundación que abarque, inclusive, un cambio de siglas.

Para el mandatario nacional, su participación en la elección federal del pasado 1 de julio fue completamente “institucional” y supo de los resultados cuando el Instituto Nacional Electoral (INE) los dio a conocer, sin dejar de expresar “absoluto respeto” e “imparcialidad”, sin dejar de apoyar al tricolor.

Por ello, dijo haber asumido la derrota “con la entereza de se un hombre de Estado” y con obligación “política, ética y moral”.

Peña Nieto reconoció que la baja popularidad de su gobierno terminó por perjudicar a José Antonio Meade, a quien calificó como un “gran candidato”.

No obstante, agregó que el resultado de la elección fue “multifactorial” y todos los partidos tradicionales fueron castigados por lo que identificó como el “voto antisistema”.

El presidente dijo no ser un “mago” o “adivino” sobre el futuro del PRI y si este volverá al poder en otra ocasión, pero puntualizó que el partido debe “redefinirse y replantearse para poder seguir siendo una opción política”.

Cambio que, consideró, podría ser también “de nombre y de esencia” para dar una señal clara de cambio y renovación al electorado, pues “si conserva los apellidos no funciona”.