Desde que iba en la preparatoria número seis Coyoacán de la UNAM, a Don Ernesto le gustaba hacer ejercicio, y a la fecha, a sus 67 años lo sigue realizando al grado de inscribirse en un gimnasio.

“Yo esperaba críticas de mis compañeros, cómo viene tan viejito al gym, y con esos achaques”, cuenta a Síntesis el señor, quien desde hace nueve años radica en Puebla, pero es originario de la Ciudad de México.

Y es que describe que a raíz de un problema en el pie izquierdo no puede caminar bien, incluso en un inicio cuando llegaba al gimnasio utilizaba bastón, pero poco a poco lo ha ido dejando.

En el marco del Día de los Abuelos este 28 de agosto en México, Don Ernesto nos comparte sus vivencias y nos enseña su ganas de hacer ejercicio en Acuática Deporte y Salud, para estar bien tanto en salud como físicamente.

“No entiendo cómo estoy aquí, pero aquí estoy”, expresa el señor con una sonrisa.

Comenta que al hacer ejercicio para él es como una carrera de vida y si logra esa carrera de vida confía en que muchas personas se den cuenta que a pesar de la edad no es impedimento para ejercitarse.

“Si no hago ejercicio, siento que no hago nada”, expresa, quien es abuelo de cuatro nietos resultado de sus dos hijos quienes ya cuentan con una familia.

Para él, ser abuelo es muy cómodo porque “tienes la ventaja de tener a tus nietos sin sufrir lo que tiene que sufrir por ser padre”, sostiene.

“Ser abuelo es cómodo porque tiene las ventajas de tener a tus niños sin sufrir lo que tiene que sufrir por ser padres, apapacharlos, sin tener que distraerme en regañarlos, en corregirlos”, puntualiza.

Pese a contar con ya 67 años, don Ernesto no se considera de la tercera edad para hacer ejercicio, además de que continúa trabajando en su empresa Grupo de asesores en planes y programa de estudios.

Don Ernesto, junto con su esposa, son abuelos de un niño de cuatro años y otro de tres años de una familia, y del otro hijo una niña de 10 años, y un niño de 5 años.