La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) aseguró que el accidente del vuelo AM 2431 de Aeroméxico, ocurrido en Durango el 31 de julio, es atribuible a una microrráfaga que afectó al avión.

En rueda de prensa, José Armando Constantino Tercero, director de análisis de accidentes e incidentes de aviación de la DGAC, detalló que tras el despegue, un viento de cola golpeó la parte trasera de la aeronave, ocasionando una “falta de levantamiento”, por lo que el ala izquierda golpeó la pista.

Apuntó que no hay evidencia de que los motores tuvieran un problema técnico o mecánico, sino un factor externo que “obedeció a causas meteorológicas”.

Además, confirmó la existencia de un tercer piloto en la cabina, quien inició las operaciones preliminares de despegue y después cedió el control del avión al piloto comandante, lo que constituye una falta administrativa al no estar autorizada la maniobra y por la cual se inició una investigación.