Un museo de Jerusalén está dándole nueva vida a la antigua ciudad con una visita de realidad virtual que permite experimentar lo que los arqueólogos creen fue la vida en la ciudad hace 2.000 años.
El Museo Torre de David, que se encuentra en la ciudad vieja de Jerusalén, empezará a ofrecer la visita este mes, antes del feriado judío del Suckot.
Se da al visitante la oportunidad de “caminar por las calles de Jerusalén, disfrutar del presente y darle una mirada al pasado”, dijo el director del Museo Torre de David Eilat Lieber.
Con el asesoramiento de arqueólogos del Departamento de Antigüedades israelí, la empresa Lithodomos VR creó simulaciones de 360 grados que reproducen los palacios, las calles y los antiguos templos judíos, según se veían en los tiempos del rey Herodes, en el primer siglo antes de Cristo, y cuando vivió Jesús.
Herodes, un vasallo romano que gobernó la región de Judea del 37 al 4 antes de Cristo, encaró grandes proyectos de construcción, incluida una ambiciosa expansión del Templo Judío de Jerusalén y del fuerte y el palacio donde se encuentra hoy la Torre de David. Sus monumentos, incluida la fortaleza de Masada y el puerto de Cesarea, son dos de los sitios más visitados de Israel.
“El principal desafío fue hacer una representación fiel, sobre todo con Jerusalén”, expresó Simon Young, fundador de Lithodomos VR, un startup australiano. “Hay opiniones divergentes acerca de cómo se veía Jerusalén en el mundo antiguo. Desde ya, queremos hacerle justicia a Jerusalén y hacer una representación lo más fiel posible”.
El equipo de arqueólogos y artistas de Lithodomos VR encaró proyectos similares en Londres, Roma, Atenas y otras ciudades.
El Museo de la Torre de David alberga también un laboratorio para innovaciones en una sala donde alguna vez durmió el gobernador otomano de la ciudad. El laboratorio, que funciona desde fines del año pasado, recibe a startups como Lithodomos VR que trabajan en tecnologías para mejorar la experiencia del visitante, con particular énfasis en la realidad virtual o aumentada. En el lugar se monta un complejo espectáculo de luces que proyectan imágenes en movimiento en los muros de la ciudad vieja.
Acompañado por un guía, el visitante puede explorar la ciudad desde nueve puntos distintos, arrancando en la ciudadela –un fuerte de la era otomana erigido sobre los restos de otros bastiones–. Luego pasear por el Barrio Judío hacia los restos del Segundo Templo.
En cada parada, un narrador explica el significado histórico de las estructuras que observan en anteojos especiales: el mercado del Cardo, que fuera el corazón de la ciudad antigua; las imponentes torres de la ciudadela de Herodes, las opulentas piscinas de su palacio y el templo. La visita dura unas dos horas, según empleados del museo.
La visita abarca solo el Barrio Judío. La ciudad vieja se encuentra en el sector oriental de Jerusalén, capturado por Israel en la guerra de 1967 y que los palestinos quieren sea la capital de un futuro estado propio. Israel se niega a dividir la ciudad vieja, donde se encuentran sitios sagrados de judíos, musulmanes y cristianos.
Judy Magnusson, una turista australiana que pudo visitar el museo antes de su apertura, dijo que la experiencia con realidad virtual “te permite vivir la historia”.