La empresa automotriz Ford afirmó este domingo que, contrario a lo dicho por el magnate Donald Trump, no trasladará la producción del modelo Focus Active de China a Estados Unidos.
Ayer, Trump había retuiteado un artículo de CNBC, del 31 de agosto, según el cual “Ford ha matado abruptamente un plan para vender un vehículo pequeño hecho en China en los EU debido a la perspectiva de mayores aranceles estadounidenses”.
Con el retuit, el republicano aseguraba que, así, Ford no pagaría aranceles.
“Ford has abruptly killed a plan to sell a Chinese-made small vehicle in the U.S. because of the prospect of higher U.S. Tariffs.” CNBC. This is just the beginning. This car can now be BUILT IN THE U.S.A. and Ford will pay no tariffs!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 9, 2018
“Esto es sólo el principio. ¡Este auto ahora puede ser CONSTRUIDO EN LOS EU y Ford no pagará aranceles!”, exclamó.
No obstante, por medio de un comunicado, Ford aclaró que “no sería rentable construir el Focus Active en Estados Unidos” ya que las ventas anuales previstas están por debajo de las 50 mil unidades y los aranceles de Trump harían que los autos fueran demasiado caros.
La automotriz tenía previsto comenzar a fabricar el vehículo en China en la segunda mitad de 2019 y exportarlo al mercado estadounidense; de momento, el vehículo solo se construye en Europa.
Sin embargo, a principios de este mes, Kumar Calhotra, presidente de Ford en Norteamérica, anunció la cancelación de los planes para importar y vender el Focus Active en EU debido al “impacto financiero negativo de los nuevos aranceles”.
Esta medida alcanzaría a la fabricación de otros vehículos convencionales, a excepción del Mustang, para enfocarse en SUVs y camionetas de carga.
“Sin los aranceles, el caso de negocio era bastante sólido para ese modelo en el mercado estadounidense”, explicó Ed Kim, analista automotriz.
Los aranceles fueron impuestos por la administración Trump desde el 6 de julio pasado, con tasas del 25 por ciento a 34 mil millones de dólares en importaciones de China, lo cual incluyó automóviles.
No conforme con esto, en agosto, se sumaron más aranceles por 16 mil millones de dólares en productos chinos y además se preparan impuestos sobre otros 200 mil millones, lo cual ha sido respondido por el gigante asiático frente a productos estadounidenses.