España dijo el jueves que seguirá adelante con un envío de bombas de precisión a Arabia Saudí tras consultas con Riad, revirtiendo su anuncio anterior de cancelar el pedido. La decisión enojó a grupos de derechos humanos que sostienen que las armas podrían emplearse para causar daños a civiles en Yemen.
Armas Bajo Control, una campaña de organizaciones sin ánimo de lucro que cabildean para terminar con la venta de armas a países que causaron víctimas civiles, dijo que la decisión del ejecutivo español era “decepcionante” e instó a las autoridades reconsiderar de nuevo su posición.
“Esto potencialmente hace que España pueda ser cómplice de la comisión de guerra con el tipo de armas que se quieren vender”, señaló Alberto Estévez, coordinador de la campaña respaldada por Amnistía Internacional, Greenpeace, Intermon Oxfam y la española FundiPau.
El gobierno de centroizquierda de Pedro Sánchez dio marcha atrás en su decisión de la semana pasada de cancelar la entrega de 400 bombas de precisión laser al ejército saudí por miedo a que pudiesen ser empleadas en Yemen. Riad encabeza la coalición que lucha contra los rebeldes chiíes hutíes en nombre del gobierno reconocido internacionalmente.
Con más de 22 millones de personas en situación de peligro, Naciones Unidas calificó el conflicto que comenzó en marzo de 2015 como una de las peores crisis humanitarias del mundo.
En un primer momento, el Ministerio de Defensa dijo que devolvería a Arabia Saudí los 9,2 millones de euros (10,6 millones de dólares) que habían sido abonados a cambio de las armas en base al contrato firmado por el anterior ejecutivo en 2015.
Pero la titular del departamento, Margarita Robles, dijo esta semana que la decisión no era definitiva. Para entonces, los trabajadores de los astilleros del sur del país protestaban por miedo a que Riad pudiese cancelar la compra de cinco corbetas, valoradas en 2.100 millones de dólares, como respuesta a la cancelación del envío de armas. Este es el mayor contrato firmado nunca por el astillero estatal Navantia con una nación extranjera.
Las autoridades saudíes no confirmaron la amenaza. Pero al anunciar el envío de las bombas, el ministro español de Exteriores, Josep Borrell, señaló que Riad contempla las negociaciones sobre armas “en el marco de las relaciones generales”.
En declaraciones a la emisora Onda Cero, Borrel dijo que las bombas enviadas al ejército saudí tienen “una precisión extraordinaria de menos un metro”.
“Con ese tipo de armas no se puede producir esos bombardeos producidos por otro tipo de armas un poco lanzadas al azar que producen ese tipo de tragedias que todos hemos condenado”, añadió.
España es el cuarto proveedor de equipos militares y armas de Arabia Saudí, según Amnistía Internacional.
Diplomáticos saudíes en Madrid no realizaron comentarios.