El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, resintió el mal clima en la Ciudad de México, ya que al haber saturación en el aeropuerto capitalino, el avión desde Huatulco, Oaxaca, no pudo despegar por cerca de 5 horas.

Es por el tráfico, es por la lluvia, sí hace falta resolver el problema del tráfico aéreo”, declaró y adelantó que, mientras se decide en consulta el proyecto en Santa Lucía o Texcoco, planteó como solución momentánea usar los aeropuertos de Toluca, Puebla o Cuernavaca.

El vuelo debía salir a las 17:20 horas del miércoles, sin embargo, fua hasta las 22:15 horas cuando pudo despegar.

A pesar del inconveniente, sostuvo que no cambiaría de opinión, “no me voy a subir al avión presidencial. Me daría pena, se me caería la cara de vergüenza, subirme a un avión lujoso en un país con tanta pobreza”.

Al dirigirse a los reporteros, consideró que “algunos lo resienten porque cubrían antes la fuente presidencial y los trasladaban en aviones privados, sí, sí… comían bien… vinos y de todo”; aunque aclaró que no los presentes, sino “algunos, algunos… ya se van a ir acostumbrando poco a poco, ya cambiaron los tiempos”.