Javier Jiménez Espriú, futuro titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), aseguró que sin importar cuál proyecto resulte viable, se tendrá que hacer una “cirugía mayor” al actual Aeropuerto Internacional «Benito Juárez» de la Ciudad de México.
Entrevistado en el programa Despierta, explicó aun si la opción definitiva fuera construir el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, entraría en operación hasta 2024.
Aunque a finales de octubre se decidirá la opción definitiva, independientemente del resultado será necesario instrumentar para los próximos siete u ocho años algunas mejoras en la terminal Benito Juárez, e incluso analizar opciones como Toluca, Querétaro o Cuernavaca.
Dicha “cirugía mayor” consistiría en modificar el drenaje para evitar inundaciones, implementar sistemas de control aéreo modernos, así como una serie de procedimientos para la operación interna de los pasajeros, con el objetivo de darles más agilidad.
Además de incorporar control a través de satélites, para aumentar la posibilidad de tener más frecuencias, es decir, “una serie de mejoras de carácter físico, de procedimiento y de carácter aéreo para mejorar eficiencia del aeropuerto”.
Sobre la viabilidad del proyecto de Santa Lucía, Jiménez Espriú dijo que de acuerdo con el organismo de consultoría MITRE, aún cuando esta opción es factible, tendría que disminuir algunas frecuencias, por lo que no satisface el problema actual de saturación.
“No coincidimos con esa opinión, por lo que ahora estamos consultando a la Organización de Aviación Civil Internacional”, que es un organismo de la ONU, para que rectifique o ratifique la posición del proyecto de Santa Lucía.
Por lo que, en caso de ser viable esta opción se haría la consulta, y en caso de que no sea viable, el proyecto ni siquiera se sometería a consideración.