Tras su detención el pasado 4 de octubre, Juan Carlos “N” y Patricia “N”, la pareja de presuntos asesinos seriales que operaba en Ecatepec, estado de México, declararon su participación en al menos 10 feminicidios.
Sin embargo, el fiscal de Justicia estatal, Alejandro Jaime Gómez, señaló que el supuesto culpable, a quien medios se refieren como “el monstruo de Ecatepec”, refiere haber participado en 20 eventos.
Tres de los casos son los de Arlet, Evelyn y Nancy, quienes vivían en la colonia Jardines de Morelos, la misma de la pareja señalada.
Desaparecidas en abril, julio y agosto de este año, respectivamente, fueron halladas sin vida cerca de sus hogares. Arlet, de 23 años de edad, se dirigía al kínder por su hijo, pero no llegó a la escuela. Evelyn, madre de dos niños, se vería con una señora que vendía ropa, ya no regresó.
Finalmente, Nancy, quien salió para asistir a una junta en la primaria de una de sus hijas ubicada a dos cuadras de su casa, iba con su pequeña de dos meses, Valentina, la bebé que fue vendida en 15 mil pesos por los supuestos criminales a otra pareja –que también fue detenida– y a quien autoridades lograron recuperar para devolverla a su familia.
El modus operandi
El seguimiento a los celulares de las víctimas reveló que todas estuvieron en el domicilio de Juan Carlos y Patricia, donde la Fiscalía señala que fueron degolladas, abusadas sexualmente, y descuartizadas para guardar sus órganos en frascos con formol.
Tras catear dicho sitio y otro predio cercano, se hallaron cubetas con restos humanos a las cuales les pusieron cemento encima, además de bidones y cajas de cartón, tal y como confesó el detenido.
Pensaban mudarse con sus cuatro hijos a otra casa, en ambas encontraron armas y un refrigerador en el que depositaban cuerpos. Estaba prohibido que su hijos lo abrieran y era la esposa quien se los llevaba a otra parte para que no pudieran ver.
La pareja enganchaba a mujeres ofreciéndoles ropa para bebés, pero el sujeto solía dedicarse a pepenar, por eso no era extraño verlo cargar bultos.
Durante sus primeras declaraciones, aseguró que fue en 2012 cuando mató por primera vez a una mujer, “no muestra signo alguno de arrepentimiento. Están investigando si también pudo haber comido partes de las víctimas”, confirmó el fiscal.
Por su parte, Patricia presentó un leve retraso mental, mientras que su esposo fue considerado un feminicida serial, con una personalidad psicótica al señalar que las mató por bonitas y por su odio a las mujeres.