El presidente del Chelsea, Bruce Buck, informó que prohibir la entrada a los aficionados que realizan comentarios racistas en los partidos no sirve, por lo que el club inglés determinó enviarlos a Auschwits.

La idea general es mandar a los aficionados a viajes educativos al campo de exterminio nazi, esto con el fin de que sientan en primera persona los horrores de la intolerancia y la xenofobia y así concientizar su comportamiento.

«Si sólo les pones prohibiciones, nunca cambiarás su comportamiento. Esta política les da la oportunidad de darse cuenta de lo que han hecho, de hacer que quieran comportarse mejor«, comentó Bruce Buck.

En una entrevista para The Sun, el presidente del Chelsea mencionó que se pretende convencer a otros equipos para que realicen sus propias campañas y ayuden a la finalizar con el racismo dentro de las aficiones europeas.

Adelantaron que en lugar de prohibirles la entrada, los seguidores del Chelsea tendrán la opción de tomar el curso educativo o perder los abonos con los que cuenta en la temporada, además de que esta no es la primera vez que el club hace algo parecido.

En enero de 2018 el dueño del club, Roman Abramovich, quien es judío, impulsó campañas a favor de la tolerancia como “Di no al antisemitismo”, el objetivo fue educar a jugadores, trabajadores, aficionados y a la comunidad en general sobre el racismo en el deporte del balompié.