El huracán Willa, que llegó a alcanzar categoría 5 la mañana del lunes, se mantenía a última hora de la jornada como una tormenta potencialmente catastrófica aunque se degradó a categoría 4 y durante la tarde la fuerza de sus vientos se redujo ligeramente a 240 kilómetros por hora (150 millas por hora).
Antes del anochecer ya habían comenzado las primeras evacuaciones de algunas zonas costeras en dos estados del Pacífico, de donde se preveía mover entre 7.000 y 8.000 personas, la mayoría del estado de Sinaloa.
Un total de 19 municipios, 7 de este estado y 12 del vecino Nayarit, fueron declarados en situación de “emergencia extraordinaria” por la Secretaría de Gobernación.
La tormenta, que se prevé toque tierra el martes por la tarde o la noche, representa una amenaza para un tramo de complejos hoteleros, playas y las poblaciones pesqueras. De hecho, algunos de los hoteles comenzaron a prepararse resguardando las ventanas con cinta adhesiva y quitando de las zonas más vulnerables todo material que pudiera convertirse en un proyectil por la acción de los fuertes vientos.
Militares y efectivos de la marina recorrían el lunes con megáfonos algunas de las zonas donde se esperaba un impacto más fuerte, como el área costera de Teacapán, en el municipio de Escuinapa, en Sinaloa, instando a la población a que acudiera a un sitio seguro.
El alcalde de esta localidad, Enrique Moreno, estimaba que debían ser evacuadas entre 6.000 y 7.000 personas y subrayó la importancia de seguir las indicaciones de los equipos de rescate por la seguridad de todos aunque la gente fuera reacia a dejar sus viviendas. Para atenderlos se han habilitado 14 albergues.
Octavio Hernandez, trabajador de un hotel de Teacapán, explicó vía telefónica que los pocos huéspedes que quedaban en las instalaciones saldrían el martes temprano y que los cinco empleados tienen pensado quedarse y refugiarse en el sótano. Lo que sí decidió es sacar a la su familia.
“Mi mujer y mis dos hijos ya se han ido a casa de familiares a Mazatlán”, dijo, una ciudad más grande que también se prepara para embestida pero donde el impacto del huracán se prevé menor.
Con población de unas 500.000 personas, Mazatlán es un destino turístico popular que alberga a muchos expatriados estadounidenses y canadienses y ahí la situación no era tan crítica pero como prevención también se habilitaron algunos albergues, según dijo su alcalde, José Joel Boucieguez.
Las autoridades estarán especialmente pendientes de la situación de una docena de colonias populares situadas en las zonas más bajas. Además, se prevé limpiar algunas zonas de manglares para permitir que el agua fluya mejor, agregó el alcalde.
Yamile Bustamante, asistente de gerencia del Crown Plaza de Mazatlán, no descartaba que comenzara a evacuarse a los turistas aunque dijo que estaban esperando instrucciones de las autoridades.
Se pronostica que Willa pase sobre o cerca de las islas Marías, un archipiélago ubicado a unos 90 kilómetros (60 millas) de la costa que tiene una reserva natural y una prisión federal, para el martes por la mañana, antes de tocar tierra por la tarde o noche a lo largo de una sección de 220 kilómetros (140 millas) que va desde Mazatlán hasta la ciudad de San Blas.
Aunque se debilitó ligeramente la fuerza de sus vientos y se prevé que continúe esta tendencia hasta el martes por la noche, después de tocar tierra, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos advirtió que su impacto se mantenía como “extremadamente peligroso”.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, anunció vía Twitter la instalación del Comité Nacional de Emergencias el lunes por la tarde para salvaguardar a la población que pueda verse afectada tanto por el huracán como también por la tormenta tropical Vicente que se encuentra también en el Pacífico pero más al sur.
El gobierno de Sinaloa suspendió las clases el lunes en la región costera y el de Nayarit en todo el estado mientras comenzaron a acondicionar los albergues de emergencia antes de la llegada de la tormenta.
Javier Bañuelos, de servicio de Bomberos y Protección Civil de Nayarit, dijo que la tarde del lunes se había ordenado la evacuación de poco más de un millar de personas de distintos poblados en torno a Playa Novillero e indicó que las autoridades todavía están estudiando si será necesario algún tipo de evacuación en San Blas, más al sur.
El lunes a última hora de la tarde Willa se ubicaba a unos 160 kilómetros (100 millas) al suroeste de Cabo Corrientes y a 165 kilómetros (105 millas) de las Islas Marías. Se movía hacia el norte a 13 km/h (8 mph).
Sus vientos con fuerza de huracán se extendían 55 kilómetros (35 millas) de su ojo y los de tormenta tropical se alargaban hasta 205 kilómetros (125 millas).
El Centro de Huracanes indicó que es probable que Willa arroje de 15 a 30 centímetros (6 a 12 pulgadas) de lluvia en el oeste de los estados de Jalisco y Nayarit y el sur del de Sinaloa. Agregó que algunos lugares podrían recibir hasta 46 centímetros (18 pulgadas). También advirtió del peligro de las inundaciones repentinas y aludes en las zonas montañosas.
Más al sur en el océano Pacífico, la tormenta tropical Vicente se debilitó, pero se pronosticaba que provocara fuertes lluvias e inundaciones en algunas partes del sur y suroeste de México.