Al Partido Revolucionario Institucional (PRI) no le fue nada bien durante las elecciones del 1 de julio: tercer lugar en la presidencial, ninguna gubernatura y muy pocos espacios en el Congreso.
Sus malos resultados se tradujeron en menos dinero y recursos o “prerrogativas”, por lo que para hacer frente a esa cantidad menor de ingresos, se prepara un recorte de personal.
La presidenta del tricolor, Claudia Ruiz Massieu, adelantó que la disminución en las prerrogativas sería del 30 por ciento, quedándose con unos 800 millones de pesos para 2019, por lo que ya trabajan en un plan de racionalidad para enfrentar sus deudas con los bancos, conservar la plantilla que permita operar al partido y garantizar su funcionalidad en las elecciones del próximo año.